domingo, 19 de octubre de 2008

De repente en lo profundo del bosque

Aquí no nos da vergüenza estar desnudos: siempre estamos completamente desnudos debajo de nuestras ropas, lo que pasa es que nos han acostumbrado desde pequeños a avergonzarnos de lo que es verdadero y a enorgullecernos de lo que es falso. Y nos han acostumbrado a no alegrarnos de lo que tenemos, sino a alegrarnos única y exclusivamente de lo poseemos nosotros y no tienen los demás. Y aún peor, nos han acostumbrado desde pequeños a mantener todo tipo de ideas venenosas que empiezan siempre por las palabras “todo el mundo…”
(…) ¿Y cómo viviríamos y cómo nos divertiríamos sin humillar de vez en cuando a alguien? ¿Sin hacer daño, sin despreciar, sin pisotear alguna vez a los demás?
(…) también entre los animales existe un miedo que vosotros conocéis muy bien, el miedo a no ser como todos, a quedarse cuando todos se marchan, o a irse cuando todos se quedan. Nadie quiere quedarse sin la manada o ser apartado del rebaño. Si te alejas un poco una vez o dos del enjambre, jamás te permitirán volver.

Extraído de "De repente en lo profundo del bosque", de Amos Oz.

2 comentarios:

margarita la saxofonista dijo...

Me han entrado ganas de leerlo. Me lo apunto para mi próxima visita al fnac.

Gwen Stacy dijo...

Si promets tractar-lo MOLT BÉ te'l deixo!