lunes, 19 de noviembre de 2007

yo no he pedido ser un santo -- Capitulo 1

La noche en la que irrumpieron en casa los enviados de dios estaba en medio de uno de mis mejores sueños de lencería, a veces es complicado que se programen ese tipo de pases, hay quien dice que es el último pensamiento antes de adormilarse la base a partir de la cual se forman los sueños, no funciona, además que es casi imposible caer dormido pensando en chicas en lencería. A lo que iba, los enviados de Jahve me jodieron el sueño derribando la puerta, sacándome de la cama entre patadas y cánticos, se notaba que venían del viejo testamento, del dios de las plagas y los rayos vengadores, el dios ante el que los creyentes se cagaban, y arrastrándome a la bestia me llevaron hasta el primer bar abierto, tardamos casi hora y media en encontrar uno, la ciudad había cambiado mucho desde su última anunciación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si haces la letar mas grande que me estoy dejando la vista

boyscout dijo...

si usas un navegador como dios manda, y no esas mierdas de microsoft, con ctrl++ se aumenta el tamaño, el texto es así de pequeño es por pura estética, es que más grande me parece de libro de teo.