miércoles, 16 de julio de 2008

Ésta Barcelona

Sí, este es un nuevo post de denuncia de ésta Barcelona.

Vuelvo a casa desde la plaça de la Virreina y enfilo la calle Asturias. En la intersección con Verdi, en un tiempo no tan lejano existió el bar Montseny el típico bar "detodalavida" donde a través de los ventanales se veía a los clientes habituales jugar al dominó. Hace unos dos años fue demolido y en su lugar se construyó un edificio de viviendas. La promoción se puso a la venta, pero los precios desorbitados en plena burbuja immobiliaria debieron frenar a los posibles compradores, entonces los pusieron en alquiler. Tengo un amigo que vive justo enfrente, en un piso que tiene que compartir y que está totalmente por actualizar: electricidad de 125 w., humedades en toda la casa, cocina y baño de origen. Este amigo se interesó en los pisos pero el alquiler mensual que solicitaban era desórbitado. Así que como no han conseguido alquilarlos los promotores han decidido ofrecerlos por días, una manera rápida de hacer dinero con los guiris a costa de disminuir la oferta de vivienda de alquiler para la gente que vive en Barcelona (por no hablar del ruido y molestias que generan estos habitantes ocasionales y que además es una actividad que no está regulada).

Sigo caminando, paso por delante de lo que hasta no hace mucho era una panadería con obrador, una panadería donde además de vender el pan también lo hacían. El panadero, que trabajaba de noche en el obrador tenía montado un negocio paralelo, si llamabas al timbre te abría la puerta a la hora que fuese y recitaba las pastas disponibles antes de que te diera tiempo ni de dar las buenas noches: "tinc palmeres de xocolata, palmeres gegant de xocolata, xuxos, croissant, croissant de xocolata, napolitanes de crema..." Daba igual cómo hubiera ido la noche en el Mond o allá donde hubiéramos estado, el panadero siempre estaba ahí con su cara redonda y una sonrisa tan gigante como sus palmeras. Hace unas semanas me sorprendí mucho al ver de que donde antes ponía "forn de pa" ahora puede leerse "barcelonareykjavic" y que según el cartel venden pan ecológico "como el de antes".

Ya en Guillem Tell compruebo que las obras de demolición del "bar piraña" están bastante avanzadas. El piraña sí que era un bar de los que ya no quedan, olía a bodega antigua aunque hacía décadas que dejaron de vender vino, la clientela estaba formada exclusivamente por jubilados, una colección de momias de edad avanzadísimas. Alguna vez habíamos ido a desayunar, por los precios de pensionista y porque nos divertían las puyas que se lanzaban los unos a los otros a costa de sus dolores y achaques. No sé que pretenden construir en el piraña, ¿una promoción de viviendas en plena crisis immobiliaria? ¿un gimnasio de lujo? ¿otro bar "de diseño"?

No lo sé, lo que sé es que ya no habrá más clientes en Montseny jugando al dominó tras los cristales, no habrá croassanes de chocolate aún calientes después de una noche de fiesta, ni cafés con leche en vaso de cristal a precio de pensionista. Cosas que tiene vivir en una ciudad moderna.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Barcelona ya no es de los barceloneses...ayer parecía que estábamos aún en el fib...o la recuperamos o nos mudamos.

Gwen Stacy dijo...

Sí, pero que desaparezcan los locales de antaño de Gràcia no tiene nada que ver con las hordas de turistas low-cost que invaden el centro.
Matías te podría hacer un listado con al menos cinco bodegas en peligro de extinción, que en cuanto se jubilen los dueños pasarán a ser locales de kebab, restaurantes malos de diseño o tiendas de bisutería que nadie necesita. Y la culpa de muchas de estas cosas es de los propios barceloneses. Por no hablar del ayuntamiento.

Anónimo dijo...

Eso es lo que quería decir,es la propia Barcelona la que se está dejando extinguir,empezando por el Ayuntamiento...necesitamos un plan de acción.

Gwen Stacy dijo...

¿Cómo se hace una moción de censura al alcalde sin estar metido en el ayuntamiento?