martes, 7 de agosto de 2012

Soy olimpista


El otro día me pregunté si mi sobrino (8 años) estaría viendo algo de las olimpiadas. Tengo pendiente preguntarle a mi hermano, de hecho.
La cuestión es que yo, con menos de 8 años, recuerdo haber visto algo de las olimpiadas de Moscú. Algo. Al osito Misha por lo menos.

Claramente recuerdo haber visto las de Los Angeles, en el 84. Con 11 años por cumplir. Mi hermano mediano dice recordar perfectamente la ceremonia de inauguración. Recuerdo estar sentada en lo que entonces era el “salón” de mi casa, una habitación estrecha y oscura, muy fresca en verano, con un banco de madera a cada lado y una chimenea en medio. La tele, no sé si ya era la Blaupunkt de color que aún funciona o la primera que compró mi abuelo, en blanco y negro, que duró más de 15 años, al final del banco de la derecha. Mis hermanos y yo incómodamente sentados en aquellos bancos de madera, viendo atletismo mayormente. Carl Lewis (Leuis le llamábamos todos, ahora no os hagáis los listillos) arrasando en las pruebas de velocidad. De los españoles, el bronce de José Manuel Abascal en el “milqui” y la plata del baloncesto, denostada siempre por la ausencia de los rusos.

Después vinieron otras olimpiadas, unas las seguí más, otras menos, pero siempre me han gustado. Quizá porque desde bien pequeña me inculcaron, de alguna forma, el espíritu olímpico, en aquellas olimpiadasinfantiles que Don Paco organizaba cada año en el colegio.

Durante 15 días el mundo se queda alelado viendo gesta deportiva tras otra. Sigo aquellos deportes en los que participa España, pero también otros en los que no tenemos presencia, o no en las finales, y me emociono con esos atletas que no pueden creer que han ganado la primera medalla olímpica para su país (Erick Barrondo en los 20km marcha), o que se echan a llorar como niños en el podio (el vallista dominicano Félix Sánchez). Alucino con las piruetas de los gimnastas, con la velocidad en la piscina de los nadadores, con los saltos de trampolín.

Durante 15 días al año hay algo más que fútbol, coches y motos, y yo lo celebro. 

2 comentarios:

el inquilino comunista dijo...

Pero qué manía con el futbol!!!! Que la culpa es de los medios y el negocio, no del deporte!

Gwen Stacy dijo...

Tu ets el que diu "invents mediàtics no"?? Pues eso :-P