sábado, 30 de abril de 2011

Odissea: Delorean, Massieras y Edredón



En realidad el orden fue el inverso, y debía haber sido Massieras, Edredón y Delorean.

De Edredón no sabía nada, solo creo haber leído algo de ellos en Mondosonoro. Llegamos cinco minutos antes de la hora en que se suponía debían empezar y aquello era un páramo desolador. Apenas cuatro personas sentadas en un lateral y otras cino o seis al lado de la barra de la derecha. Caña, conversación, empiezan y a la segunda canción vamos hacia adelante, y ¡milagro! No sé de dónde han salido pero hay un buen número de personas siguiendo la actuación. Y valía la pena. Les faltaba, quizás, un vocalista, pero allá había cinco o seis tíos haciendo canciones electrónicas de las que te mueven la rodilla sin que se de cuenta tu cerebro. Perfectos para cerrar cualquier festival, ya te digo.

Hora de cenar, puesto Enrique Tomás en el Maremagnum. Bocata de jamón, 2.20 €. Quiero un puesto Enrique Tomás en cada festival. Va en serio.

Los Massieras. Pues qué quieres que te diga. Lo que dijo Rayuelo, que con "una buena jamelga" al frente aquello sería otra cosa. No me (nos) gustaron, pero como han salido en Pitchfork (djMylovah informando), todos a hacerles reverencias. Paso. Que lo mejor sea una versión italo de Raffaella...


Por fin, con la plaza abarrotada, Delorean. Las frases: "en Sidecar se oía mejor", "¿el del piano toca algo?", "vaya mierda sonido". Sí y no. Como al Inquilino, me gustaban más cuando eran máquina imparable de ritmo que ahora que se dedican a la ambientación etérea, y aunque en directo a ratos aceleran el pulso, no tocar "As time breaks off" es imperdonable, y convierte a Seasun y Deli del Ayrton Senna EP en los únicos hits claros y reconocibles. No tener espacio suficiente para bailar a saltos también le quitó diversión. Aun y así, si acaban de tocar en Coachella (ayer iba yo diciendo Lollapalooza, perdón) será por algo.


Foto: www.bandalismo.net el banco de imágenes de Google lo carga el diablo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahora son como un cuarteto de guinchos