sábado, 16 de abril de 2011

Deerhunter en Apolo


Una gripe rara no iba a privarme de un concierto para el que había comprado entrada a primeros de febrero.

Las inmediaciones del apolo tenían el aire de los días grandes, de conciertazo. Colas para entrar, grupos esperando al que siempre llega tarde, nervios.

Entré a la sala cuando Lower Dens, recomendados teloneros, atacaban la antepenúltima canción ante una sala casi llena que les escuchaba atenta. Me maldije tres veces por no haber llegado antes.

Mientras preparaban el escenario para Deerhunter, esperadísimos, llegaron los últimos rezagados, rebosando la sala.

Empezaron con una canción que no conocía y que no pareció sonar del todo bien, pero la segunda fue Desire Lines y dios, agudos, graves, bucles y mariposas saturaron la atmósfera y nos elevaron un palmo por encima de los tablones de madera.

Durante hora y media guitarras, bajo y batería se aliaron para retorcerse y retorcernos las entrañas, bloquear nuestras conexiones neuronales, hacernos levitar, clavarnos al suelo, balancearnos, cabecear, fijar la vista en el escenario. Escenario en el que cuatro tíos, tres al frente empuñando cuerdas y uno marcando la velocidad de nuestros latidos, sin aspavientos ni numeritos, crearon un estado de hipnosis colectiva.

Tocaron Revival, Agoraphobia, Helicopter, diría que también Memory Boy y Rainwater cassette exchange. Nothing ever happened (creo) fue la canción de la locura colectiva, diez minutos en bucle, en vena, y apolo alzando los brazos para tocar las lámparas de araña.

Antes de los bises hubo un momento para la ternura, cuando Bradford Cox salió con un enorme huevo de pascua envuelto en celofán y explicó que se lo dieron en el primer motel de la gira, en Irlanda, como disculpa porque su habitación no estuvo lista a tiempo... porque estaba llena de fotos porno, o algo así. Era un "apologetic gift for a sex scene". Había guardado el huevo durante un mes en su nido en la furgoneta para regalárselo a su amiga Montse. Montse subió al escenario azorada a por su huevo de pascua. Allí también anunciaron lo que algunos habíamos leído esa misma tarde (yo, justo antes de ir) en nuestros correos: que tocarían en el Primavera.


Espero que no haya coincidencias dolorosas y poder disfrutar otra vez de tamaña ralladura.

4 comentarios:

el inquilino comunisto dijo...

Gran crònica.Llàstima que no em van tocar les entrades.

El Barón Rampante dijo...

Roñica

Gwen Stacy dijo...

Gràcies!
Roñicas: Inquilino, Barón y Rayuelo. Que 25 € se gastan en menos que canta un chino en un karaoke.

el inquilno comunisto dijo...

Para el carro!!!!!Deerhunter no val 25 euros,com a màxim 15,no fotem!
A més,si van al Primavera...
Amb la diferència de 10 euros em compro un bon vinet i us convido...algú s´apunta?us espero assegut al sofà!