domingo, 3 de junio de 2012

Primavera Sound 2012, sábado

No, no llegué a las cinco. A Veronica Falls, empezados, y gracias.
De camino al escenario Mini con Margarita "recogemos" al Inquilino y Cafeína, que van caminando delante nuestro, y más adelante a Rayuelo.
Es la única caminata que me gusta, la de primera hora, cuando caminar hacia un horizonte difuminado a partes iguales por el sol a contraluz y el polvo tiene la ilusión por lo que está por venir intacta.
Veronica Falls, no recuerdo si llegué a verles en el Primavera Club, triunfando con su pop-rock guitarrero de armonías vocales, tan noventas. Perfectos para empezar el día


De regreso a la civilización, pasamos al lado del ATP y suena tan bien que nos acercamos. Solo nos da tiempo a escuchar la última canción de Sleepy Sun, oirles despedirse diciendo que son de San Francisco y triunfar.


Nos viene de camino y vamos sobrados de tiempo, así que nos paramos a lo que queda (bastante) del concierto de Lisabö. Descargas de ruido de las que quitan el aliento. Atronador e hipnótico a la vez.


Por fin llega la hora de la primera cita ineludible de mi excel: Atlas Sound. Reconozco que tengo debilidad por ese chico alto y desgarbado, que en un lejano Primavera Club, tocando como Deerhunter, anunció que era el último concierto "in a few years". ¡Menos mal! Con banda o sin ella Bradford Cox es el Shellac del pop, y yo que lo disfruto. Concierto en modo superfan, empezó con lo que creo que fue un estándar country para ya arráncarse con Te amo, alargándola hasta el infinito. Angel is Broken, The Shakes, Amplifiers, un barco, y acabar el concierto con Mona Lisa. Simplemente redondo. Perfecta ensoñación.


Volvemos al Mini, aún dudando de si no debería estar en el Ray-Ban. Beach House han sacado un discazo y su directo, si te atrapa, te deja ko. Pero no nos atrapó, aunque la culpa no fue suya. Conciertazo en un escenario demasiado grande, o te plantas bien delante o todo se desdibuja. Oímos cuatro o cinco canciones, hasta hits: Norway, Lazuli, y nos fuimos al son de Silver Soul.


Dominique A estaba dando un conciertazo en el Ray-Ban. Llegamos a tiempo de escuchar cuatro o cinco canciones, y dios, vaya si valió la pena. Sentimiento a flor de piel a golpe de guitarras, en una casi lloro de emoción. Brutal. Le acompañaba una gran banda, y él lo dio todo, incluídos los agradecimientos en castellano. Conciertazo. Maldigo cien veces a la organización por progamarlos juntos.


En cuanto acabó, recompuse mi alma, recompuse mi bolso (se rompió y tuve que comprar otro), nos despistamos y cuando llegamos a Saint Etienne, Sarah ya estaba en el escenario cantando Like a motorway. Elegancia tecno-pop. Only love can break your heart, Tonight, Who do you think you are, When I was seventeen y todos bailando sin el estilazo de su corista (de mayor quiero ser como ella). Terminan y no puede ser, no pueden irse sin tocar He's on the phone (para mí She's on the phone, qué manía). Susto que dura poco, los bises no son habituales en los festivales, pero salieron y aun me hicieron sufrir otro poco, porque fue la segunda y ya sí última canción del set. Qué grande cuando todo el público baila desenfrenado brazos en alto.


Hasta Justice, división, yo me fui con Margarita a Yo la tengo. Tuvimos que ir muy muy delante para esquivar las conversaciones de la gente. Estaban haciendo un concierto distorsionado pero tranquilo (sí, es posible) y la gente no sabía estar calladita. Luego sí, cuando tocan Mr. Tough todos a gritar y ponerse a bailar como superfans. Aneu a cagar. Suerte que la segunda mitad del concierto cambiaron de tercio y empezaron con el ruido de verdad. A Ira Kaplan se le fue la olla y a mí la cabeza. Dime que tocaron Cherry Chapstick. Yo la tengo son los Shellac del shoegaze, los he visto sopotocientas veces, pero un concierto suyo siempre es bien. Y si hacen bis (otros) y es con Sugarcube mi felicidad es completa, aunque se oiga como el culo.


Emprendemos el vía crucis hasta el San Miguel, otra vez.
Hay que decirlo más: el Mini es una mierda de escenario que no nos merecemos.

Llegamos y Justice ya están partiendo la pana con D.A.N.C.E. No sé cuánto llevan, da igual. El público patas arriba, bueno, brazos arriba, del revés, y estos que se quieren ir, pero ¿a dónde? ¡Bailad malditos! No nos vamos, al menos no hasta que ha terminado We are your friends you'll never be alone again.


Alguien tiene intención de ir a Washed Out pero se queda eso, en intención, y acabamos en el ATP, viendo el final de The Pop Group y el montaje de la mesa de dj Coco sentados en las gradas, recuperando fuerzas.
Las necesitaremos.

4 comentarios:

el inquilino comunista dijo...

Alguien me explicará algún día la diferencia entre set dj y live de grupos como Justice o Daft Punk? Se´ns pixen a la boca i ens diuen que plou!!!! Ni a la suela de los zapatos de The Rapture...

Gwen Stacy dijo...

No hi ha diferència.
The Rapture els donen mil voltes, però ahir tocava donar salts amb We are you're friends :-)

el inquilino comunista dijo...

Sobrevalorats (i molt).

El Barón Rampante dijo...

La gran habilitat de Justice, està en saber apretar el play.