CANTILENA DE PRIMAVERA

Por fin llegó la primavera y con ella nuestros anhelos de buen tiempo de sentarnos bajo la benevolencia plácida y templada de nuestro Lorenzo aletargado durante el invierno, risueños, ufanos y confiados en despojarnos progresivamente de nuestra ropa más pesada como si de una penitencia se tratara y ...... zas!! llega la Semana Santa y adios el buen tiempo, vuelven la bajada de temperaturas, las borrascas, el hoy no sé que ponerme, el resfriado inoportuno y lo peor para mí, como todos los años, una vez más... la repetición molesta e importuna de algunas personas de llorar todo el día con la misma canción del tiempo, como una eterna letanía quejosa y martilleante que me pone de los nervios en determinados momentos como HOY!.

Cuento hasta un número indeterminado, respiro y con cierta sorna me imagino contestando pausadamente... que la primavera es así, inestable, que es lo que hay, que no dura eternamente, que todos los años es más o menos igual y que si... a veces, uno no sabe que decir que es mejor no decir absolutamente nada. Paciencia que llegará el verano y con él, me temo.... la cantilena del calor.