miércoles, 2 de noviembre de 2011

In-Edit: Troubadours


He salido de casa con el tiempo justo, muy justo, y he batido todos mis récords: en 22 minutos me he plantado en la puerta del Aribau. Andando.
Sorpresa, apenas ¿qué? treinta o cincuenta personas en la cola. No llegaba ni a la esquina. A diez minutos de que empezara. Ser de las que bajaran la media de edad ya lo esperaba, pero tan poca gente... Sospechas confirmadas en el cine, apenas un cuarto de entrada, y siendo generosa. Y eso que está en la sección oficial.
En fin, a los modernos se les ha visto el plumero. Eso, o que ya abarrotaron la sala viernes o sábado. Ja, ja, permitidme dudarlo.

Documental centrado mayormente en las figuras de Carole King y James Taylor (he salido fascinada por la personalidad y elegancia de ella y la cercanía y honestidad de él) y de forma más secundaria, Jackson Browne, Kris Kristofferson, Joni Mitchell y otros. Entrevistas de entonces y de ahora, conversaciones entre ellos, y una clara exposición de cómo salió de la nada, del agotamiento del rock de los sesenta, un grupo de songwritters que dotó a la música popular de una intimidad y una sensibilidad hasta entonces inusual. O inexistente. De un club donde se enfrentaron al público por primera vez, que se convirtió en un referente, en la esencia de una escena en el Los Angeles de los primeros 70. Como dicen en el documental, Laurel Canyon* was the bedroom, the Troubadours was the livingroom, and marihuana was church. (*Laurel Canyon era el barrio en que vivían muchos de ellos, en hippie vecindad).

Impecable y emotivo.

I've seen sunny days that I thought would never end
I've seen lonely times when I could not find a friend
but I've always thought that I'd see you again.

2 comentarios:

El Barón Rampante dijo...

Suposo que algun dia hauré de viatjar a la prehistòria de la música. Encara no estic preparat.

Gwen Stacy dijo...

Farsante.