Una día a la salida del entreno aparecieron mis amigos emocionados en la grada. "Tío, tío, hemos ido al Corte Inglés y nos hemos hinchado a robar cintas". Estabamos en temporada de rebajas. Al día siguiente me fuí con ellos a ECI de Diagonal. El modus operandi era fácil. Había que bajar al supermercado y coger una bolsa de plástico. Luego subiamos al departamento de música, ibamos mirando, echabamos una ojeada alrededor, y para la bolsa.
Cuando ya llevamos 10 o 12 cintas originales cada uno alguien tuvo una idea "vamos a coger unas cuantas vírgenes para compartirlas". Cuando ya habiamos hecho nuestra recogida de cintas cromo tomamos el camino para la salida, los tres mosqueteros.
Pero de repente una chica apareció justo detrás de nosotros y tomó el hombro de mi amigo. "Un momento, dadme esas bolsas". Les dimos las bolsas con la cabeza baja. "Seguidme". En ese momento uno de mis amigos salió corriendo hacia un lateral y mi otro amigo y yo corrimos también, cada uno para un lado.
Corrimos como locos, por el medio de ECI, como el inicio de Trainspotting. Yo y otro colega nos encontramos en el anden del metro, que no llegaba nunca. "Como vengan los seguratas no tendremos escapatoria" nos dijimos. Al final vino el Metro, nos metimos en el vagón y respiramos.
En nuestra calle estuvimos esperando al amigo que faltaba. Llegó con la cara blanca. Decía que le había perseguido un segurata y que hasta le había sacado la pipa. Pero yo nunca me lo creí. Era un tío bastante trolas.
Cuando llegué a casa me di cuenta que en el bolsillo interior de la vaquera tenía una cinta de Eighth Wonder, "Fearless", con su supersingle "I'm not scared". Querida Patsi, yo tampoco tengo miedo.
1 comentario:
Ahora entiendo porque te llaman la gacela etíope
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