domingo, 9 de septiembre de 2012

Jens Lekman


Nunca he sido especialmente fan de Jens Lekman. Al menos no hasta el pasado viernes 7. 
Lo había visto en un Faraday, pero recordaba poco. Claro que tampoco me sorprende, según la crónica que hice entonces, aquella fue la noche del Gran Puzzle Cózmico, que arrasó con todo. Y fue hace cinco años. 
Pero el recuerdo, aunque vago, era positivo, tengo alguna canción suya por ahí y me gusta, la entrada no era muy cara, el primer viernes de septiembre se me antojó buena fecha para inaugurar el curso conciertero 12/13 y así Brokenjarta no iba sola.
Cola en la entrada de MusicHall porque no habían abierto a la hora, mucho moderno, aunque luego se equilibró con público variado. La clásica mezcla de jovenzuelos guiris, puretillas locales, primeras citas, plumillas (cinco o seis periodistas musicales/locutores de los que sigo en twitter estaban allí) y gente que pasa por ahí. Además de los modernos, claro. Y Paco, aka "el de la explorer". 

Teloneaba Evripides con solo la mitad de sus tragedias pero le debieron hacer empezar a la vez que dejaron entrar, porque apenas oímos dos canciones (Abroad y otra). 

Por fin, sobre las 9:30 salió Jens Lekman, con batería, bajista, teclista y violinista. Abrió una canción que desconozco, pero la segunda ya sí, la que da nombre a su último álbum (I know what love isn’t). Aunque aquí diga que tocó dos antes, mmm, permítanme que lo ponga en duda. Garabateé en un papelote que era la segunda, y que la tercera era una que se parece al Will you still love me tomorrow? de Carole King, Golden Key según ese setlist y sí, si la escuchas, verás que comparte más de un acorde. 

La siguiente fue “The opposite to Hallelujah” que creo que fue la primera que enganchó con la previa, pues se dedicó a hacer transiciones mezclando, cambios de ritmo incluidos, y oficiando de maestro de ceremonias del baile sonriente que provocaba en la pista. Creo que más o menos en ese momento decidí que era el mejor inicio de temporada posible, que estaba siendo un conciertazo y la mejor forma de ahuyentar depresiones posvacacionales. 

Por si con la música no teníamos suficiente, hizo un par de presentaciones de canciones desternillantes, la primera para explicar de dónde salió “Waiting for Kirsten” (Dunst) y ya al final del primer bis, el origen germano-vegano de “A postcard to Nina”. Sí, dos bises. El primero tras desaparecer durante unos microsegundos del escenario y reaparecer para tocar hitazos, “An argument with myself” y “Your arms around me” (si no contamos a la mitad de las que ya habían caído como tales). El segundo reapareciendo primero él con el teclista de mis amores para “I don’t know if she’s worth 900 kr” con sus alusiones a Barcelona y luego ya toda la banda para acabar de fijarnos la sonrisa en la cara. 

El “spam de amor” posterior en twitter fue antológico. Y unánime. Conciertazo. 

6 comentarios:

el inquilino comunista dijo...

Llamadme desconfiado, pero cuando la opinión sobre algo es unánime pienso que hay gato encerrado (una secta, drogas en el sistema de refrigeración o en la barra, campaña de marketing, etc). Pues con el tal Jens Lekman lo mismo, sobretodo con la reacción en las redes sociales.

Gwen Stacy dijo...

Secta, inquilino, como la de los Charlatans :-P

el inquilino comunista dijo...

No, que en The Charlatans admití (y diría que escribí) que tiene poca gracia de movimientos y parece un pato mareado (Tim Burgess) :-P

el inquilino comunista dijo...

Por cierto, Jens Lekman es sueco? pues recordad que son como un inglés cualquiera: quieren decidir en Europa y no admiten el euro....que les den!!!! :-P

el inquilino comunista dijo...

Como Refused!!!! Que les den también!

Gwen Stacy dijo...

Així m'agrada, que et vagis autocorregint :-P