jueves, 25 de noviembre de 2010

Curiosidades sobre el público parisino

Los parisinos no se mueven ni para cambiar de punto de apoyo en 1h 45 m de concierto. Dado que el concierto empieza a las 19.45, muchos van directamente en traje desde el trabajo. Tampoco corean las canciones, ni el estribillo, a excepción de la última, en la que hacen karaoke, ¿por qué?.
Es de agradecer que nadie saque una cámara o un móvil, convirtiendo así la pista en un mar de brazos alzados sosteniendo pantallas. También cumplen los horarios establecidos, visibles en las taquillas, con lo que se puede saber de antemano cuanto van a durar las actuaciones y las pausas.
La mítica sala Olympia también tiene sus peligros, como una rampa sin señalar con la que puedes tropezar al acceder a la pista, solo un detalle comparado con toda su historia.

4 comentarios:

Gwen Stacy dijo...

Una torpe como yo no podía sino "comerse" la rampa dos veces.

Anónimo dijo...

solo me sale esa famosa frase: "putos gabachos"

Anna Blume dijo...

És curiós perquè a les manis i camps de futbol criden més que ningú...comprend pas:-)

Aquiles sobrevalorado dijo...

En qüestió de manis són un exemple a seguir,no hi ha cap dubte.