sábado, 13 de febrero de 2010

Pesadilla en la taquilla

Había llegado con tiempo, tiempo de dar el cante en recepción pidiendo por segunda vez en dos semanas que me volvieran a tomar la huella dactilar, porque no me la reconocía la máquina, cada día pedir que me abrieran.
Me sobraban diez minutos, y el vestuario estaba petado, las siete y poco pico de la tarde, hora punta. Así que me fui al fondo, en lugar de a mi habitual tercer pasillo. Escogí taquilla. La 450. No, llegó la dueña de la 448, no era cuestión de ponerse pegadas habiendo sitio.
454. Me gusta el número. Falta una percha, podría cogerla de la 456, pero da igual, me apaño. Me cambio, me calzo, me peino. Echo el candado a la taquilla. A la 454. La miro fijamente una vez más, como hago siempre, para acordarme de que esa es la mía.
Pilates mola. Sigo con la espalda contracturada de lumbares para arriba, pero me siento bien, hago ejercicios “pahabersematao” sin dejarme los piños en la barra, cosa que llena de orgullo y satisfacción.
Vuelta al vestuario. Había menos gente. Voy directa a mi taquilla y oh, ¿qué pasa aquí?, hay un candado de los de llave que no es mío. Pero si yo había cogido esa taquilla. Me acordaba perfectamente. No como otros días, que tengo un recuerdo más difuso. Una chica vistiéndose cerca me sonríe diciendo “suele pasar”. Bueno, a mí no. Veo un candado como el mío en la 444. Sé que no es esa, pero pruebo el código, 016. No se abre, ya lo sabía. En mi desesperación empiezo a dar vueltas por los pasillos, probando todos los candados. Ninguno se abre, ya lo sé que no se van a abrir, solo estoy haciendo tiempo para ver si viene la dueña del candado dorado y le atizo con el paraguas, que como lo había dejado escurriéndose, “No ens fem responsables dels paraigües deixats aquí” es lo único que me queda. ¿Del interior de las taquillas se hacen responsables? Mierda, y hoy llevaba el monedero en el bolsillo del abrigo porque he comprado una bombilla antes, porque esta mañana se me ha fundido la de la entrada, ya tocaba, dos meses sin fundir bombilla era demasiado bonito para ser cierto. Y en el monedero llevaba 100 € porque tenía que haber ido a comprar las entradas de Yo la tengo, que me ha dado pereza con la que estaba cayendo.
Después de dar vueltas como una lela por los pasillos, paraguas en mano y probando candados ajenos, me vuelvo a MI taquilla. Tiro de la puerta y noto que se ve un poco el interior. Pego un ojo a la rendija, primero el derecho, no enfoca, pero es el que debería usar, luego el izquierdo, enfoca pero no le da el ángulo. Al final lo consigo, entreveo la punta de mi monederito de colores, la prueba que necesitaba.
Le digo a otra chica que se está cambiando (la primera ya se ha ido hace rato) que esa es mi taquilla, que si va alguien que la paren, que voy a recepción.
Bajo. La tonta del paraguas. Pero con el frío que hace y los chuzos que caen, si tengo que volver a casa en chándal, al menos que no me moje. Le digo al chico (que está muy bueno, por cierto, ¿por qué siempre me atiende el condescendiente de las gafitas?) que tengo un problema con la taquilla.
–¿La 454?
–¡Sí!
–Hemos avisado por megafonía, ¿estabas en una clase?
–Sí, con Isa. –no me trago lo del aviso, en la sala que estaba yo no había música, ¡narices! ¡y yo no he oído nada! Da igual.
Aparece el condescendiente de las gafitas, candado en mano.
–Perdona, pero una señora pensaba que era su taquilla y que se le había bloqueado el candado, porque no se le habría, claro (Claro, ¡¡¡como se le iba a abrir si era MÍO!!!) y hemos subido y lo hemos reventado, le hemos puesto otro candado, esta es la llave y
–Y me vas a dar otro candado, ¿no?
–Sí, dime un número.
–1973. Este candado es muy feo, me gustaba más el otro.
Soy una tocapelotas. Pero es que en ese momento me estaba cagando en la señora que me ha hecho pensar que el Alhzeimer ya está aquí, cuando la que no se acordaba de cual era su puta taquilla era ella.

Lo que hubiera dado por ver su cara cuando se la abrieron y tuvo que decir, “uy, pues no es la mía”.

4 comentarios:

Anna Blume dijo...

O sigui que tot lo relaxada que surt una de pilates se te'n va anar a la merda per culpa de la senyora amnèsica! aydiosmiodelamorhermoso, québarbaridadcomoestáelmundo!El pròxim dia penja un missatge a la taquilla estil Bea la legionaria, algo així como "naaaaadie, naaaadie, naaaaadie toque mi candado" ;-)

la Maca del Extraradio... dijo...

jajjaaj...menudahijaputa...al menos se podia haber quedado a pedir disculpas o una notita no?....¡¡¡ aysss mi pobresita

Walkiria Desbocada dijo...

ja ja ja ja ja jode que paranoia!! es digno de película psicológica. Yo hubiera arreado con el paragüas al condescendiente de la gafitas ja ja ja ja no tiene toda la culpa pero por daños colaterales zas!!

ElRanzio dijo...

Doncs a mi m’ha semblat una experiència enriquidora. Noves experiències. Nous contactes. Hormonació extra (possiblement). Estimulació cerebral.... Què s’ha de fer per a que et passin coses així? Acabo de fer un viatge mental a les bateries de vestidors externs dels Banys de Sant Sebastià (els que no estaven a Sant Sebastià).
Els banys quan estaven per demolir-los (i una mica de video-art):
http://vimeo.com/1176087?pg=embed&sec=1176087
Algun dia, tot borratxo, potser se m’escapa la història d’un expert en informàtica, una tetuda, i un vestidor (als B.S.S.)