Un día caminaba con mi persona amada por Rambla Catalunya. Era tarde, cerca de medianoche. Vimos una librería abierta y entramos. No se aun porque estaba abierta a esa hora. A mí me encanta ojear en las librerias. Me encanta su atmosfera. El olor a papel.
Rebuscando libros en la zona de ofertas, encontré una recopilación de poesías de Mario Benedetti. Un verdadero tocho. No me pude resistir. Me lo compré. Estuve leyendolo en voz alta, por la calle, en el metro mientras volviamos a casa.
Desde entonces, y pese a que ya lo conocía, siento un amor profundo por ese anciano pequeñito que vivía en Montevideo. La capacidad que tenía de hablar de amor y de odio, de compromiso y libertad, con esa belleza y esa contundencia.
Nunca te olvidaré Mario, tu miedo a la muerte es también el mío, y el de Jorge Amado que también se fue hace unos años. Ya no te tendrás que angustiar. Ya estás allí.
Nos volveremos a ver maestro.
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5 comentarios:
No te sabía yo tan profundo y romantiquero...
Que paseís un buen día...
: )
Vaya, desconectas dos días y a la vuelta, noticia triste. No he leído a Benedetti, pero sé que, como tantos otros, es una cuenta pendiente. Algún día.
Jet Lag, yo no tengo jet lag :-) así que mañana, a volar otra vez!
Hola, estamos haciendo un trabajo en la universidad sobre el consumo de alcohol en los jóvenes que tenemos que relacionar con el interaccionismo simbólico. Como tu blog se llama así, hemos pensado que si nos podías dar un par de ideas. Gracias
Aquí de interaccionismo simbólico solo tenemos el nombre; de jóvenes, las ganas; y de consumo de alcohol, unas cuantas historias...
Hombre yo de3 consumo de alcohol se bastante. Tipos de bebidas, efectos en el cuerpo humano (especialmente en pene, cabeza y estómago), etc.
Ahora de interaccionismo no entiendo nada
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