domingo, 28 de junio de 2015

El fin de semana de la música

Mi finde de la música, porque con un día no tengo bastante, empezó el jueves 18. 

La tienda de discos más molona de Poblenou, Ultra-Local Records, montaba la segunda Ultra-local sessions, con Combray y Ran Ran Ran en la Farinera del Clot. A Ran Ran Ran creo que no los había visto nunca y no sé si cuenta porque venían con bajas (el batería no sé qué de una hernia o algo así me dijeron, lo miró desde una mesa) y al final se les unieron los Combray para hacer Combranranran, o lo que fuera. Combray tocaron los primeros y se me hizo corto, cortísimo, pero como luego lo de Combranranran siguió la línea de las atmósferas instrumentales pues muy bien. Y al final les compré el disquito y un collage, así que perfecto. 



El viernes fue el turno de Rocky Votolato y la culpa fue de Noe, que ya le vio hacer dos o tres años y es fan, y mía que me enteré de que venía al helio. Un texano que hace lo que hacen los texanos pero en bonito y delicado, aunque el último disco es más rockanrolero. Pero como al Helio venía sin banda nos tocó concierto acústico delicioso y no sé cómo acabé en primera fila, de pie frente a él, que me perdonen los fans de verdad por la usurpación, quizá vengué algunas posiciones infames en conciertos en los que por fanatismo merecía algo mejor. 


No tocó la que más me gusta del último disco, The Hereafter, pero me hice fan instantánea de Spring, del disco anterior o uno anterior. Concierto bonito, tras el que me hice con discos bonitos, que me firmó, para escucharle con calma y las niñas se hiceron con disco y foto. 


Y ya el sábado tocaba ir a Hi Jauh, en el que probablemente sea el último sarao de la temporada, que tocaban (repito verbo, fatal) La Vida Padre y Sagrado Corazón de Jesús. 
Con todo el mundo en el Sonar fuimos poquitos pero selectos. La Vida Padre fue todo un descubrimiento. Pop que a unos les recordaba a Neil Halstead, a otros a King of Convenience y José González. Canciones delicadas que por algún problemilla técnico fueron “La Vida padre goes Sonar” y “La Vida Padre goes Sonic Youth” en algún momento pero fue precioso igual. Si no me creéis aquí me podéis ver aplaudiendo con glamurazo aguantando el vaso de cerveza con los dientes. 


Después subió al escenario Sagrado (para abreviar) y al final La Casta Susana le acompañó con el violín y aquello fue la fiesta de las letras sarcásticas e inteligentes. Me quedo con los bailes de La canción de Damien y el “nos da miedo contemplar ese futuro brillante y pluscuamperfecto” de La nueva carne. Y con Jesús y Judith, que además de guapos son más majos que las pesetas. 


Cuando ya solo quedaba lo mejor de cada casa y, no sé por qué, yo, se lió un karaoke memorable, tengo vídeos, pero lo que pasa en Hi Jauh se queda en Hi Jauh, ¿no? 


El día de la música fue el domingo y no fui a ningún concierto. 

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