lunes, 1 de agosto de 2011

Resonancia pop

Llego a la clínica y hay dos skaters/surferos giris. Uno se ha lesionado, por suerte el amigo es mexicano y le puede traducir las preguntas de la secretaria. Ni uno habla castellano ni la otra inglés. El tío tiene una pinta de pasmao que asusta. Me pregunto si es por pijo o por porrero, me temo que por lo primero.

Luego llega un cani que se ha lesionado. Le pasan el cuestionario rutinario y se sienta en la sala de espera junto a mí. Toma el móvil y llama a su madre. Y empieza a leer las preguntas una a una como un niño de primaria (es decir sin entender lo que estaba leyendo) "Tiene usted elementos metálicos en el cuerpo?". Acaba con un gracias mama. Abre un juego en el móvil y comienza a jugar, con el ruido del jueguecito por los altavoces. Parece que no le importa llamar a su madre para que le ayude a contestar si tiene algo raro en el cuerpo.

Me quedo en calzoncillos, me pongo una bata, la típica bata ridícula con la que enseñas el culo. Me tumbo en la camilla. Me fijan la cabeza colocandola en una mini jaula. Me ponen una cosa en la mano derecha para que apriete en caso de problemas.

La enfermera da a un boton y la camilla se desplaza rapidamente dentro de un cilindro blanco. Tengo la pared a menos de un palmo de la cara. Me entra el agobio y aprieto la alarma "me puedes sacar por favor". Y me saca. Respiro hondo, me mentalizo que debo aguantar en un nicho media hora sin moverme.

Vuelvo a entrar, no abro los ojos, intento pensar en las playas de Ibiza, en lo que haré cuando salga de allí. Y pienso que todo aquello me recuerda a un video de Michael y Janet.

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