viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuando se acabó la suerte

Hubo un día en que se me acabó la suerte. Suspendí una asignatura en COU - química para más señas- y me fuí a septiembre. Seguramente en un instituto privado mis padres hubieran ido a hablar con el director y no solo me la hubieran aprobado sino que me habrían subido la nota.

Nunca pensé que ese error, mi vagancia sin límites, pudiera provocar que tuviera que dejar mi carrera hacia la universidad, quizá para siempre. Los hijos del baby-boom nunca lo tuvimos fácil, y las plazas para la universidad, para cualquier carrera, se acabaron en junio. Yo ajeno a todo aquello aprobé química en septiembre, fui a la selectividad de cachondeo pensando que a las ingenierías técnicas no hacia falta nota y aun así la aprobé.

Luego nos tocó ir cada dos por tres a la famosa calle Motores a sufrir colas inmensas y mendigar una plaza en la universidad que nunca obtuvimos. Alguien dijo que quizá en Vilanova podían haber plazas y nos fuimos un mes de oyentes y a visitar la secretaría a diario. No hubo suerte, me hundí y dejé de ir a Vila.

A veces iba al INEM a buscar trabajo o algún cursillo. Recuerdo estar en la cola con mi walkman escuchando "Me and the farmer" de Housemartins. Esos recuerdos absurdos que nunca se te borran. También intenté apuntarme a un curso de "azafatas de congresos" porque tenía una parte de inglés. Había que ver la cara del funcionario cuando le dije que quería rellenar los formularios para hacer ese curso.

Después mi padre me encontró un trabajo en una fábrica de botes metálicos, ocho horas a turnos en un trabajo en el que solo la música me entretenía. Lo único positivo es que tuve por primera vez dinero: me compré Levi's, unas Martens y camisetas guapas. Saliamos de fiesta con el Neng y otros amigos, a veces lo pagaba todo. Me saqué el carnet de conducir y cogía el coche de mi padre y nos ibamos a discotecas. La tristeza del lunes a viernes me la quemaba el fin de semana.

Fue un tiempo triste, de frustración pero también de reflexión. Gran parte de lo que soy ahora viene de entonces. Un año en que se acabó la suerte y tuve que ir a buscarla. Ya no te escapas.

2 comentarios:

Gwen Stacy dijo...

No hay nada como probar como no quieres que sea tu vida para salir en busca de otra mejor.

Anna Blume dijo...

Hoy hablábamos de eso:medias vidas vividas a medias...más o menos la mayorìa de vidas son así...