martes, 6 de julio de 2010

Las tontas del bote atacan de nuevo

De Manuel Antonio guardamos buen recuerdo de sus happy hour de daiquiris, del millón de perezosos que vimos en el parque nacional y las playas. Lo demás, pura guirilandia para gringos.

La siguiente parada en la ruta fue Monteverde, llegamos tarde, casi a las cinco que equivale a las ocho o nueve de España, y se puso a diluviar, qué raro, así que nos limitamos a reservar la excursión al Parque Monteverde y cenar en un buen restaurante cercano al lodge (chulísimo, por cierto).

Él día fue un estrés de los buenos. En el parque nos tocó un buen guía (cuáquero o descendiente de) para las tres solitas, un lujo, y vimos, aparte de nueve especies de colibríes, el quetzal. Afortunadas es poco. El bosque nuboso es especial, y disfrutamos mucho de las tres horas y pico de la ruta.

Volvimos en autobús a Santa Elena, con tiempo para ir al banco a cambiar euros, comer, e ir a Selvatura a pasear por una ruta con puentes colgantes.

Y como nos dejaron con tiempo, pudimos hacer la ruta nocturna que habíamos reservado a mediodía. En el lodge estaban tan encantados con nosotras (por las comisiones que se llevan de cada reserva que te hacen) que en la última, la nocturna, les dijeron que éramos estudiantes y nos ahorramos 3$ cada una.
De nuevo tuvimos mucha suerte con el guía, y vimos un puerco-espín, un perezoso, una serpiente, una tarántula, guatusas y cucarachas varias. Muy recomendable también, lo de andar por esos bosques de noche tiene su miga. Yo, que no me metería de noche en el de mi pueblo ni harta de vino...

De las montañas de cuáqueros, a las playas infestadas de perroflautas. Montezuma mola, aunque según cómo es demasiado hippy guarro. Hay surferos, sí, pero sobre todo hay colguetis.
Llovió la noche que llegamos, pero al día siguiente, que teníamos contratada la excursión a Isla Tortuga, hizo un día espatarrante, vimos mogollón de peces de colores, y el primer Jairon: el cocinero que preparaba la comida tras el snorkel, de manual. Mulato fibrado por el curro con ojos de color miel aguada. Que se llamara Pedro es lo de menos. Que le echara el ojo a una teutona rubia y pizpireta, también.

Ayer nos despedimos del Pacífico con una puesta de sol espectacular, tras un día de sol, nubes y lluvia (benditos tamarindos bajo los que nos refugiamos en la playa) y con dos margaritas en Chico's, la única disco del pueblo, donde ayer pinchaba un colguetis que lo hacía realmente bien hasta que empezó con la salsa.

Ahora estamos en La Fortuna viendo las fumarolas del volcán Arenal. Acaba de soltar una que al lado de las del islandés no llega ni a bocanada de cigarrillo, pero teniéndolo tan cerca no necesito más.

5 comentarios:

Anna Blume dijo...

Espectacular déu ser, espectacular de bé com ho expliques...segur que a partir d'ara et passejaràs diferent per la RIL, tot et semblarà poc...no saps l'envejeta que em fas...és el que dic sempre:La Naturalesa ens ho dóna tot i nosaltres li ho prenem tot (llàstima que de vegades amb ignorància i mala llet) Disfruta-ho i fes fotos!;-)Potxons

Tortoleta Extrarradiu dijo...

Me explica q es un Jairon?

cafeína dijo...

Vau veure l'arbre "estrangulador"? I heu aconseguit veure el volcà Arenal?? Quina enveja! Jo vaig estar-hi 3 dies i boira boira boira que no veies el que tenies 10 metres davant, el vaig veure en foto...que us ho passeu molt bé!!!

Gwen Stacy dijo...

El Jairon esté explicado en el texto :-P
En Puerto Viejo esperamos avistarlos a manadas.

Sí que vam veure l'extrangulador, i las fumarolas del volcá, poca broma, ens han dit que fa quinze dies que está més actiu que en anys, i ahir va fer un pet que els cambrers del restaurant van sortir corrent a veure qué passava. Fa una mica de poreta...

Ornitóloga aficionada dijo...

Jairon: avis comun endémica de Costa Rica que frecuenta chiringuitos de turistas en busca de apareamiento con guiris del sexo femenino.
Qué envidia todo lo cuentas...
Muchos besos y otros cuantos para las otras dos tontas del bote.