Siento la destrempada
Hoy comienza la Conferencia Diplomática de Dublín. Hasta el 30 de mayo más de 100 Gobiernos, entre ellos el español, negociarán en esta ciudad un Tratado Internacional de prohibición de las bombas de racimo. Allí están presentes también representantes de la sociedad civil y supervivientes de este tipo de armas, que reclaman una prohibición total, sin excepciones ni retrasos. La CMC Barcelona (Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat, Fundació per la Pau, Justícia i Pau y Moviment per la Pau) y Greenpeace, participan activamente en esta cumbre.
España es un país donde dos empresas, Expal e Instalaza, fabrican bombas de racimo. La falta de transparencia en el comercio de armamentos hace imposible saber a dónde se venden. Pero sí se conoce que el ejército español es uno de los clientes y que tiene un arsenal de este tipo de armas con al menos tres modelos.
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2 comentarios:
Por cierto el gobierno español está en contra de la prohibición. Sigue en su línea de la lucha por el centro.
Indignante.
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