domingo, 30 de marzo de 2008

Discotecas de ayer: Studio 54


Comenzamos esta serie con una discoteca inusual. Studio era como un teatro de la Opera, ambientado igual que su homonima neoyorquina. A finales de los 80 estaba muy de moda. Yo la verdad, fuí porque mis amigos del basket me decían que allí "pillabas seguro".

Así que allí me presentaba yo, con mis complejos de virgen de todo y mi vergüenza. Me tomaba unos cubatas en el bar del Arnau o en el Español. Y allá que iba. Empezaba dando vueltas por toda la disco mirando a las chicas a ver si veía alguna señal en sus miradas. Pero nada. Aquello no era el Sodoma y Gomorra que me explicaron, que necesitaba.

En Studio había una ley no escrita, los asientos del segundo piso eran para enrollarse, y los del tercero para paja, mamada o folleteo. Así que lo importante era llevarte a la chica lo más alto posible.

Yo a medida que pasaba la tarde iba bajando mis expectativas, hasta el punto que ya, buscaba alguna gordita que al menos fuera guapa o despanpanante. Me acercaba a ella, bailaba un poco y torpemente le preguntaba: "subimos arriba". Y ellas me contestaban invariablemente: "NO".

Y esos son mis recuerdos de Studio 54, una discoteca muy muy bonita, con un toque a lo burlesque, y que prometía más de lo que daba a los adolescentes ávidos de sexo. La música era house y acid-house. A menudo me vienen flashes de estar baliando el "popopechepopero" en medio de la pista.

Studio ya no existe, se lo cargaron para hacer un puticlub horroroso llamado Scenic y que duró dos telediarios. En la línea de esta ciudad donde se quiere borrar todo lo que no sea publicable en revistas de tendencias internacionales. Yo siempre la tendré en mi corazón.

1 comentario:

Gwen Stacy dijo...

Yo fui a Studio alguna vez, en mis primeros años de universitaria, y casi siempre porque había una fiesta idem. Recuerdo poco, bailar Chimo Bayo o el Ritmo de la Noche, y más tarde, la última vez que fui, cosas pop decentes. El recuerdo más nítido: mi amiga inglesa dormida en unas butaquitas que había cerca de la entrada y su novio y yo dando botes por allí cerca.