Pues yo poco más que añadir, últimamente mi vida me recuerda sospechosamente a una peli de Louis de Funes, voy sin frenos en un dos caballos bordeando el acantilado y no puedo parar de reír.
Puntos a tener en cuenta:
-Tres cuervos son excesivos.
-El salamandra tiene todos los números para convertirse en un clásico.
-Andrea y Victor son los cirujanos de la noche, gracias a vosotros junto mis lagunas.
4 comentarios:
Yo quiero aprender el arte ninja de seducción...
Un cuervo es excesivo.... y voy montada en ese dos caballos, riéndome contigo.
Lo de cirujano o zapatero remendón de lagunas, más bien, nada, hoy por tí mañana por mí!
Me estáis empezando a preocupar con lo del dos caballos al borde del precipicio...lo siento,soy muy malo interpretando lo que no se dice...hablad claro!!!!!
La clave está en que vamos riendo...
Tantas noches desatadas, tantos tequilas... Pues eso, bordeando el precipicio, jugándonos el físico, todo por la diversión, en plan adolescente, pero sin que parezca preocuparnos.
El partido está perdido, lo importante es pasarlo bien (o algo así dicen Tachenko, no? Pues eso... )
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