En general esto de poner a grupos "modernos", o no, que en el Festival de Guitarra tocará Rosendo, a tocar en el Palau es una forma más de hacer que los popies aflojemos la mosca.
Esta vez, 39 € (35 más 4 de "gastos de gestión" que me hacen hervir la sangre, qué gestión ni qué niño muerto ¡si lo hago todo yo!) por una quinta fila en el segundo piso, no está mal ¿eh?
Pero José González es de los músicos que menos excusas necesita para tocar en el Palau, por la delicadeza de sus composiciones. Si a eso le sumas que esta gira la está haciendo con una orquesta de veinte músicos la Göteborg String Theory Orchestra, sobran motivos y retiro la queja respecto al precio, que hay que pagarles el sueldo a todos.
Pues en el Palau nos plantamos el domingo 3 de abril, los tortolets de San Feliu, Rayuelo y servidora. Solo lo había visto en directo en el FIB 08 en una carpa asfixiante y atestada, le tenía ganas.
Salió puntual con su guitarra y tocó dos canciones, y entonces salió la orquesta, y el director de la orquesta, un remedo de Gillespie, por la melenita y por los saltitos que se marcó cuando las composiciones se avivaban. Un poco desconcertante, jaja, qué malo el juego de palabras, no poder disfrutar del sonido de la guitarra a pelo, con lo bonito que le sale. Alguna canción perdió magia, a otras les añadió matices. La primera que tocó con la orquesta fue de hipnosis absoluta. Preciosa.
Sonaron In our nature, Cycling trivialities, Crosses, Killing for love, una versión del Hand on your heart de Kylie Minogue (buenísima, por cierto), Hearbeats (otra versión, tan linda) y cómo no, Teardrop (no creo que sea capaz de decidir nunca cuál me gusta más, su versión o el original de Massive Attack), y más que no conoczo, claro, diría que cayeron unas quince canciones en más de hora y media de concierto.
Público variopinto: los gafapastas de rigor, guiris que no sabías si pensaban que iban a oir un concierto de Stravinski para ver el Palau o conocían al sueco-argentino (con una pinta de hebreo que no puede con ella, perdoneu, però algú ho havia de dir!), parejas de señores mayores, y los clásicos puretillas modernos que reniegan del moderneo, o sea, nosotros.
Sentada disfrutando de un gran concierto, una forma perfecta de acabar un domingo que empecé (empezamos, Rayuelo también hizo doblete) corriendo.
Fotos: Vera Salvat, pilladas de la página de José González del Facebook.
4 comentarios:
Al final creareu escola: cursa+concert=diumenge perfecte:-)
Me encanta tú crónica Gwen!!! y cada vez me gusta más este chico con pinta de hebreo y de música delicada y exquisita. Otro descubrimiento del In-Edit.... gracias a tí ;).
me encanta lo de "el autor ha eliminado esta entrada"
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