Las pilas, tal y como las hemos conocido de críos, son historia, ni alcalinas que al principio nos parecían la polla, ni las de litio, ni cualquiera de las evoluciones siguientes están a la altura de la nueva promesa llegada desde el ramo de la energía portátil, en pocos años y por un precio módico, todo hijo de vecino podrá adquirir en su superficie comercial favorita pequeños reactores nucleares a escala con los que alimentar el mando de la wii, el vibrador de diseño o su reproductor musical favorito, todo durante milenios y sin necesidad alguna de recarga. Ese futuro de condensadores de fluzo, hipervigilancia y lluvia radioactiva está un poco más cerca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
que miedo...
En los 60 ya se hablaba de que la energía nuclear iba a ser la solución energética mundial. Todo iría propoulsado por Uranio. Por suerte todo aquello quedó en nada...
Qué guay, no me quedaré sin pilas a media foto como hasta ahora.
Publicar un comentario