O la "catpowerización" de Kristian Mattson.
Llegar tarde porque tu mente siempre planea hacer más cosas de las que te deja el tiempo, y porque a las cinco de la tarde pillas una publicación calentita de Mondosonoro en facebook ofreciendo una entrada a las dos primeras personas que digan "Quiero una" y sabes que Margarita concursó unos días antes en otra publicación para ver si le tocaba una, y no sabes si la ganó o no, y dudas en llamar, pero por suerte dudas solo cinco fracciones de segundo, qué carajo, escribes "quiero una", y no, la vista no te engaña, has sido la segunda en contestar, y poco después lo confirman los de Mondosonoro, has ganado. Que le envíes los datos a Sergio. Lo haces. Dos horas después Sergio no contesta. Te pones nerviosa, nivel agonías, y empiezas a mandar privados a Mondosonoro, y llamas a Margarita, "oye, que estos no confirman nada". Margarita es infinito más práctica que tú, y te dice que si está en facebook está confirmado, que a las 19:45 en Revolució, donde siempre.
Llegar tarde porque aunque yo llegue cinco minutos tarde Margarita siempre se las apaña para llegar diez después.
Llegar, saludar a Rayuelo y Hortensia, y dirigirte con decisión a la mesa donde reparten entradas. Decir "en teoría he ganado una entrada de Mondosonoro..", "sí, eso Aleix". Moverte un paso a la derecha, donde está Aleix. Repetir la frase. Aleix, amplia sonrisa (alivia) mueve la cabeza afirmativamente, "sí, no me han pasado los nombres pero..." me tiende una entrada.
¡Dentro!
Dentro no se ve un carajo. Están tocando los teloneros y está muy oscuro, pero se distingue un mar de cabezas que nos lanza a la última fila, pegada a la pared, en la que aún quedan unos huecos.
Luces, sí, está lleno. Público raro: adolescentes, modernos muy jóvenes, barbas hasta decir basta.
A su hora, 21:30, quizá un poco pasada, sale Kristian y se oyen varios "¡es Gollum!". Gollum moviéndose como Gollum y como Cat Power la última vez que la vi, hace unos cuantos Primaveras.
Guitarra en ristre canta, se lamenta y se retuerce, en algún momento le choca la cabeza con las rodillas. El vestuario también deja que desear. Esa camiseta de tirantes, ¡por dios! Con lo bien que te quedaría una sobría camisa oscura.
Como el espectáculo visual más bien me disgusta opto por ignorarlo y concentrarme en las canciones. ¡Bien hecho, Gwen!
Porque si olvidas todo lo anteriormente descrito y te limitas a escuchar, pero escuchar de verdad, sin pensamientos cruzando tu mente, sin tuits ingeniosos pugnando por conseguir que saques el móvil y tuitees chorradas frenéticamente o saques una foto para colgarla en instagram aunque no se vaya a ver más que una silueta borrosa diluida en colores y filtros, si escuchas concentradamente, sabes por qué te has gastado una pasta para ver a ese chico bajito que se empeña en distraerte con su numerito de lo que realmente importa. Canciones tristes, desnudas. Acordes de guitarra y rasgueos perfectos. Esa voz.
Y todo cobra sentido y todo lo demás son anécdotas.
Anécdota uno: la banderita sueca que sacó un chico sentado en la última fila, solo la vimos los doce que estábamos detrás de él, en King of Spain.
Anécdota dos: mirar facebook, después del concierto, y encontrar un mensaje de Juan S. Luna dándote instrucciones para que preguntes por Aleix, confirmarle que me han dado la entrada sin problemas y darle las gracias, y que vuelva a contestar, "bien!!! saludos!".
Anécdota tres, más bien confesión: publiqué una maldita foto borrosa en instagram. Esta.
2 comentarios:
Jo fins que no torni a Sidecar, no el torno a veure. Ens deu un concerts pel nefast so d'aquell dia. Vas aprofitar per fer manetes des de l'última fila?
Primer de tot gràcies per l'entrada! i segon, sento el retràs. Potser era que estavem massa enrera però jo no vaig parar de pensar en les patates braves que em demanaria quan acabés el concert.. així que no em va emocionar pas tant.
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