Una cosa sol portar a una altra, però no sempre.
Ahir me'n vaig anar a dormir (intentar-ho) amb el so d'una orquestra de festa major arribant més nítid que el d'altres (a vegades arribo a sentir la música de tres places/carrers durant la festa major de Gràcia). Orquestra rockanrolera donant-ho tot l'últim dia, van tocar una o dos cançons de The Who bastant decents, i desprès, quan ja acabaven, "Born to run".
Aquest matí he somiat que em despertava i esmorçant mirava el twitter.
No, no s'ha mort. Fiuuu....
Però ara, fa una estona, Jot Down ha publicat un article sobre Springsteen i el fantasma de Tom Joad. Crec que no he vist la película de John Ford, però si que he llegit "Las uvas de la ira" (no sé quina és la traducció al català i en tot cas la vaig llegir en castellà). Steinbeck és un dels meus autors favorits des que vaig llegir "Al este del Edén" amb menys de vint anys, i he sigut "completista", llegint bastant de la seua obra. The Grapes of Wrath és un llibre imprescindible, desolador. I fa emprenyar, tanta injustícia, tanta misèria, tanta explotació, i que 80 o 90 anys desprès segueixi sent vigent...
L'article també m'ha recordat com vaig aconseguir veure Springsteen al Tívoli, a la gira de "The Ghost of Tom Joad", al maig del 96.
Les entrades es van posar a la venda a Planet Music, desapareguda botiga de discos del carrer Mallorca. No era la primera vegada que feia cues per comprar entrades a l'època pre-internet. Vivia a un carrer de la botiga, i vaig pensar que seria bufar i fer ampolles. Si obrien a les 10 m'hi vaig plantar a les 9, i ja hi havia un cristo muntat que feia por. Em vaig posar per allà al mig, vaig aguantar dos hores, en les que no em vaig moure del lloc, i quan va ser evident que sense DNI no compraria entrada encara que aconseguís entrar a la botiga, me'n vaig anar. Sí, calia el DNI i jo no el portava. Vaig passar-me els tres primers anys a Barcelona sense bossa. Portava quatres duros a una butxaca, la T-10 a una altra, i com a molt un paquet de mocadors a la jaqueta, si era hivern. Indocumentada, amb els mòbils per inventar i els diners escassos. Estudiant de llavors, vaja.
L'opció tornar a casa no era viable, perdia el meu (miserable) lloc a la cua i crec recordar que ens havien encerclat i ja no deixaven entrar ningú més. I l'opció trucar a una de les companyes de pis que me'l portés no va ser viable fins al cap d'uns anys.
Per descomptat que em vaig maleïr els ossos per no haver-ho previst, però llavors no hi havia webs on consultar les condicions de compra de les entrades.
En acabat de dinar em va trucar mon germà. Al fixe. 93.453.53.14, crec que era. Què fort que encara me'n recordi, no? Els seus companys de pis, amb l'ajuda de la cosina d'un i mitjançant colades, trampes i tripijocs varis, havien aconseguit 6 entrades. En volien revendre alguna, a fé que se'n van pagar de ben cares, però els vaig fer pena, llavors jo era una fan fatal d'Springsteen i haurien quedat molt malament si no me l'haguessin oferit.
Va ser un dels concerts més emotius que he vist. Vam estar-nos tots assegudets fins al final, quan va tocar algun gran èxit més animat i hi va haver invasió de passadissos. I vaig veure'l a peu d'escenari, a escasses quatre files de persones.
Ah, i Pep-nostro-senyor a la fila 19, seient 1 o 3.
miércoles, 22 de agosto de 2012
lunes, 13 de agosto de 2012
Sonorama. Días 3 y 4
Te haces viejo
cuando abres los festivales en lugar de cerrarlos… El sábado y el domingo
salimos pronto de casa para llegar a primera hora y ver buenos grupos
aprovechando la sombra proyectada por la torre de sonido.
Día 3: Sábado
El día de la ola
calor, vimos a Polock a las 7 de la tarde a 35º a la sombra. Los Phoenix valencianos
se perdieron un poco en el escenario
principal, aunque podría ser efecto del calor y el viento que levantaba la
arena del suelo.
Cambio rápido al
segundo escenario, donde actuaban los gallegos Novedades Carminha. Con fans
pogoneros, el punk no ha muerto. Frases del cantante: “Follar está
sobrevalorado. Y follar en el camping es una guarrada”.
El siguiente
grupo era The Pepper Pots, los más elegantes del festival, trajeron su soul a
tierras burgalesas. Para un grupo que le gusta a Margarita, y no viene al
festival.
Instituto
Mexicano del Sonido: “Yo digo baila, tú dices dance”, cumbia electrónica bailable,
divertida y festivalera. Agradable sorpresa.
The Dandy Warhols
fueron víctimas del mal sonido en los laterales del escenario principal
haciendo que canciones como “We used to be friends” sonaran irreconocibles. 3
hits y poca voz.
Zodiacs, guitarreo
en la carpa, potentes y contundentes.
A continuación,
Fuel Fandango, otros que pasan de la plaza al segundo escenario. Trío con voz
aflamencada. Como dijo el Inquilino: “Son como el grupo de Bett Ditto con menos
kilos”. Nos gustaron más de los que esperábamos. Se confirma que la nueva moda es tirar confeti
en la última canción.
A las 12 de la
noche, comenzaban los cabezas de cartel Vetusta Morla: ¿Es Vestusta Morla o son
Hombres G? Nos fuimos de su concierto interminable para disfrutar con los DJs
en la carpa de los Objetivos del Milenio, hits bailables de todos los tiempos,
esos que te hacen saltar y hacer karaoke y que se echan de menos en festivales
más snobs.
Cuatro bailes y a
los Tiki Phantoms. Solo dos palabras: “Sacrificio” y “Tiki-conga”, ganando
fans. Uno de los conciertos más divertidos. Lo único negativo, el elevado
sonido de la carpa.
Cuando acabó,
volvimos a la carpa de los DJs. Tras
saltar con 3 o 4 hits y de intorxicarnos con los efluvios de los sprays
graffiteros, salimos porque en teoría empezaba El Columpio asesino, pero…Vetusta
Morla era el final interminable, se alargaron 25 inacabables minutos,
descuadrando y retrasando el horario del resto de actuaciones de escenario. Si
lo hubiéramos sabido, nos habría dado tiempo de ver casi todo el concierto de
Odio París en la carpa, “però què hi farem”… El comentario de una asistente que
también esperaba al Columpio es claro “Sólo les falta cantar La gallina
Turuleta”.
El Columpio
Asesino empezaron con un sonido extraño en las dos primeras canciones. A partir de ahí, tan buenos como siempre.
Sidonie, otras
víctimas del escenario principal y su sonido descafeinado. Marc Ros en la
pantalla parecía sacado de los 70, más quinqui de Perros Callejeros que dandy de Sarrià. Las nuevas no engancharon y hits
como Fascinado no acababan de sonar con potencia. 5 canciones y nos retiramos.
Fin de la tercera
jornada.
El domingo empezamos
con Eric Fuentes y el Mal, un maestro
como siempre, con versiones guitarreras de Blondie y Polansky y el Ardor.
¡Queremos que vuelvan The Unfinished Sympathy!
Continuaron
Napoleón Solo, con el mismo estilo capilar que los Niños Mutantes. “M’estic
adonant que em sonen més cançons de les que pensaba”
Cooper, cada día
se parece más a Paul Weller.
The Primitives, grupo
ochentero, hablando en castellano y finalizando con sus 2 hits.
Maika Makovski no es una, son cuatro. Guapísima ella y
magnífica banda. Concierto en primera fila.
Aprovechamos el
momento Russian Red para ir a cenar, por lo que no podemos opinar sobre sus
gorgoritos.
Volvimos para ver
quien eran Lüger, nombre germánico que atrajo al Inquilino. Psicodelia post-rock
semi-instrumental .
Y aquí acabó
nuestro festival, regalando las pulseras a unos adolescentes que querían ver a
Calle13.
Notas: a
diferencia de los festivales barceloneses, ¡había gente joven entre el público!
(un abono a 50-60 euros, 80 en taquilla, y entradas de día a 25-30euros debe
ayudar). También, sobre todo el sábado, gran afluencia de modernillos
madrileños (Aranda les queda a escasos 150 km), que se distingue del barcelonés
porque lleva atuendos más clásicos y menos ridículos.
Otra nota
positiva es que parece que los “sonos” (moneda del festival) no gastados este
año, sirven para el siguiente.
sábado, 11 de agosto de 2012
SONORAMA. Día 2.
La segunda
jornada del festival tenía pesos pesados (Maga) madrugadores, por eso llegamos
pronto y bajo un sol de justicia disfrutamos con unos pocos valientes de los gallegos Igloo y su pop guitarrero.
Maga cancelaron
actuación y en su lugar, en un vertiginoso salto de la carpa en la madrugada al segundo escenario por la tarde, aparecieron The Noises, unos The Strokes a
la madrileña con la voz de Pereza y contagiosos ritmos bailables.
Los portugueses The
Gift aparecieron coloridos como un anuncio de United Colors of Benetton y
demostraron su larga trayectoria con un gran concierto, goleando a Arcade Fire,
Coldplay y Flaming Lips en voz, energía,
canciones, ambientación festiva y buen
rollo. Una pena que tocaran a las ocho y no en horario estrella. Hay cosas
buenas en Portugal, a pesar de Mourinho, CR7 y Pepe.
Cambiamos de
escenario (son 20 metros apenas) para ver a Dinero, cantera Sonorama después de
tocar en la carpa y la Plaza del Trigo en ediciones anteriores. Rock energético
con legión de fans “karaokeros”.
Corizonas, con
Mario Vaquerizo barbudo y con traje blanco al frente, desplegaron su sonido
americano de manera solvente mientras degustábamos la típica cena festivalera
cosmopolita (Pad Thai y rollito). A pesar de su larga despedida, os lo pasaréis
bien con ellos en Santa Coloma si tomáis los cubatas en el Maverick.
We are Standard
volvió a quemar suela de zapatilla. Su frontman desplegó su particular método
de motivación del público (“¿Esta puta mierda es lo mejor que vais a hacer?”),
pero eso era la guinda, el pastel son sus canciones y el directo casi avasallador.
Los nuevos temas, que recuerdan algo a los felices tiempos de Madchester,
mejoran en directo. Tocaron la que suena a Happy Mondays, la Brit-Pop, la que
parece un himno de predicador y las suyas.
Love of Lesbian
continúan por la senda del desastre. Es lo que tiene tener talifans: dicen a
todo que sí. Santi Balmes sigue ingenioso y gracioso, pero sus nuevas canciones
no nos engancharon. Vamos, que estuvieron tan pesados como Vetusta Morla (si tocan bien, me comeré mis palabras).
Y a La Casa Azul
ya ni nos quedamos, que también es un pesado y su tontipop es cansino.
El porcentaje de
guiris del festival tiende a cero y la crisis de ventas automovilísticas no ha
llegado a la zona, casi todos los coches tiene matrícula bastante reciente.
Recomendación
especial para el Barón Rampante: Hyperpotamus, la evolución tecnológica de ZA! en
versión solista.
viernes, 10 de agosto de 2012
SONORAMA. Día 1.
La ola de calor
atrapó al festival de la Ribera (de Duero, no de Pantoja u Ordóñez) en su
primera jornada, lo que convirtió la entrada en un macrobotellón de nativos…o
no, porque hacer calimocho con Don Simón teniendo los excelentes caldos de la
zona es propio de urbanitas chusqueros.
Eso sí, el
festivalero medio pesa al menos 5 kg más que el de Barcelona, más pendiente de
entrar en los modelitos imposibles que le dictan las revistas de tendencias,
todo un alivio para este cronista, que se sintió normal y no el gordito del
concierto. Aquí no, aquí se alimentan bien y viven feliz y cómodamente su
festival.
Dos escenarios de
sonido potente, uno con arena casi de playa y distribución de actuaciones anti
solapamientos. Vamos con la música:
-Templeton: te
recuerdan a tantos grupos sin ser ninguno de ellos que se pierden en la
indefinición y el desinterés. Estéticamente podrían ser la futura banda
intersimbólica (hay uno alto, uno con barba, un gordito…)
-No Band for
Lluvia: la banda de Lluvia Rojo, en plan Juliette Lewis española. Sufrió un ERE
en “Cuéntame” y acabó de caniche rockero desbocado bajo los efectos del vino de
Ribera. La banda acompañante era muy buena, con guitarrista virtuoso (creemos
que era el ex Sunday Drivers guiri) y bajista con look ochentero de Van Halen
playero.
-Annie B. Sweet:
vozarrón y piernacas. Y dudas existenciales (¿blanco o negro? ¿Bien o mal? ¿Ying
o Yang? ¿Annie o Russian Red?)
-The Cabriolets:
apuntaba a gag de Monthy Phyton, pero con Miguel Bosé con peluca de bajista de
The Horrors. Y sorpresivamente fue un buen concierto, con Bimba Bosé contenida
hasta el último tema, buena voz, mucha energía y otra buena banda. El batería
llevaba una camiseta de Van Halen, completando la conexión con el bajista de
Lluvia.
-Los Enemigos: “estos
son como Fito y los Fitipaldis, ¿no?”. Dos temas y a casa, que ya teníamos
sueño y hoy empieza lo gordo.
La carpa de
nuevos valores ni la pisamos, nos reservamos para los días de Odio París, Tiki
Phantoms
Si eres foráneo,
eres fácil de distinguir: tu cerveza es de 1/3 y no de tamaño cachi calimocho.
Lo malo: no dejan
entrar comida, aunque si eres carnívoro no tendrás problemas en el interior.
Los veganos y/o intolerantes al gluten sí que estáis jodidos.
martes, 7 de agosto de 2012
Soy olimpista
El otro día me pregunté si mi sobrino (8 años) estaría
viendo algo de las olimpiadas. Tengo pendiente preguntarle a mi hermano, de
hecho.
La cuestión es que yo, con menos de 8 años, recuerdo haber
visto algo de las olimpiadas de Moscú. Algo. Al osito Misha por lo menos.
Claramente recuerdo haber visto las de Los Angeles, en el
84. Con 11 años por cumplir. Mi hermano mediano dice recordar perfectamente la
ceremonia de inauguración. Recuerdo estar sentada en lo que entonces era el “salón”
de mi casa, una habitación estrecha y oscura, muy fresca en verano, con un
banco de madera a cada lado y una chimenea en medio. La tele, no sé si ya era
la Blaupunkt de color que aún funciona o la primera que compró mi abuelo, en
blanco y negro, que duró más de 15 años, al final del banco de la derecha. Mis
hermanos y yo incómodamente sentados en aquellos bancos de madera, viendo
atletismo mayormente. Carl Lewis (Leuis le llamábamos todos, ahora no os hagáis
los listillos) arrasando en las pruebas de velocidad. De los españoles, el
bronce de José Manuel Abascal en el “milqui” y la plata del baloncesto,
denostada siempre por la ausencia de los rusos.
Después vinieron otras olimpiadas, unas las seguí más, otras
menos, pero siempre me han gustado. Quizá porque desde bien pequeña me
inculcaron, de alguna forma, el espíritu olímpico, en aquellas olimpiadasinfantiles que Don Paco organizaba cada año en el colegio.
Durante 15 días el mundo se queda alelado viendo gesta
deportiva tras otra. Sigo aquellos deportes en los que participa España, pero
también otros en los que no tenemos presencia, o no en las finales, y me
emociono con esos atletas que no pueden creer que han ganado la primera medalla
olímpica para su país (Erick Barrondo en los 20km marcha), o que se echan a
llorar como niños en el podio (el vallista dominicano Félix Sánchez). Alucino
con las piruetas de los gimnastas, con la velocidad en la piscina de los
nadadores, con los saltos de trampolín.
Durante 15 días al año hay algo más que fútbol, coches y
motos, y yo lo celebro.
miércoles, 1 de agosto de 2012
Ciencia Ficción. Por Cris Blanco
Las infinitas posibilidades que ofrece la ciudad propician que a veces sea el puro azar el que te lleve a hacer descubrimientos sorprendentes como éste, descubrimiento que además me hizo volver al Antic Teatre, singular rincón de Barcelona donde los haya, tanto por su estupenda terraza como por su programación.
Cris Blanco no es
monologuista, pero es la única que habla
durante la obra. Tampoco es directora de
cine aunque nos muestra los videos que grava. No es cantante aunque cante -y
muy bien por cierto- en su grupo inexistente
“The Elements”. Y aunque tampoco es
humorista, consigue hacernos sonreír e incluso reír a carcajadas.
A partir de su
interés por los descubrimientos científicos y por la física cuántica - un interés que comparto con ella - ha creado material de diverso formato que nos irá mostrando durante la obra de manera aleatoria. Así, también es el azar el
que decidirá el transcurso de cada función.
Con ademán tímido y reconociendo su falta de formación en estos temas, consigue
sin embargo, aproximarnos a las intrincadas teorías sobre la creación del
universo y los multiversos en expansión, y a las
recientes teorías sobre los átomos en el mundo cuántico, haciéndonos sentir en
varios momentos el abismo de lo infinitamente infinito.
Yo conecté con
ella desde el primer momento y creo que lo mismo le pasó al resto del público que había aquel día en la sala. Porque “Ciencia Ficción” es una ida de olla sí,
pero es una ida de olla con la que sintonizaremos. Si tenéis la posibilidad de
verla no os la perdáis. Éste es su blog: http://www.tea-tron.com/cristinablanco/blog/
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