martes, 15 de noviembre de 2011

Me and the drugs


Ni las probé, ni me atrajeron, ni las tuve cerca, ni mis amigos se metían. Simplemente pasó como algo que hacían terceros, normalmente gente que no me interesaba ni me parecía un referente, mas bien me daban lástima. Y los que estimaba que lo hacían se ocupaban de ocultármelo.

Una vez me fue un porro entero a cara de perro, es la única vez. Me puse amarillo y no había forma de recuperar mi cerebro embotado. Me metí en la cama hasta que se me pasó. Lo pasé fatal.

Luego las cuatro caladas cuando te lo pasan y pretendes hacer como que sabes fumar. O la cachimba de toda la vida, de que aun recuerdo aquella con costo iraní que fue la única que me hizo gracia.

Una vez me ofrecieron garlopa a las 9 de la mañana –joder era el único que no iba puesto y era el mas animado-. Esto pasa, la gente aguanta y aguanta –tu a duras penas- y no te das cuenta que van entrando al wc cada cuarto de hora.  Joder no me di cuenta, si lo se me piro a casa antes.

Aun en la mili los colgaos me ofrecían pastillas cualquier día antes de ir a dormir. Que pereza.

Otra nos encontramos una bolsa de maría y me la puse en una pizza a modo de orégano. Esa vez estuvo bien, aunque no hablé en toda la noche disfrutando de mi mundo interior.

No tengo nada en contra ni a favor, ni mis padres me lo prohibieron ni me creí la propaganda de Proyecto Hombre. Solo pienso a veces si me perdí algo. O hice lo correcto, que yo soy mu vicioso.

3 comentarios:

Pfizer Durden dijo...

La viagra también es droga. ¡Confiesa!

J dijo...

Por desgracia el señor me regaló un pollón que no me lo merezco. La viagra no la necesito, la llevo puesta

J dijo...

En el Kentucky y en la piscina hinchable de mi casa. Que ya te la debes conocer de memoria