Después de ver “Gran Torino” salí del cine deseándole a Eastwood mucho más años de vida. Puro egoísmo, en cada nueva película sabe conjugar como nadie maestría, emoción y verdad.
Gran Torino es 100% Eastwood, él mismo encarna a su protagonista, Walt Kowalski, un jubilado de la industria del automóvil y veterano de la guerra de Corea. Un hombre de los de verdad, “hecho a sí mismo”, un tipo duro, racista y malhablado, un hombre con principios a los que es absolutamente fiel.
Eastwood nos hace comprender a Walt Kowalski, que es como decir que nos hace comprender a una parte de la nación americana, esa parte orgullosa, anclada en el pasado y resistente al cambio. La evolución del personaje a lo largo de la cinta es arquetípica, pero no por ello resulta menos conmovedora.
Se trata en definitiva de una película épica con un final igualmente épico, bello e inesperado. Eastwood consigue hacernos reír a carcajadas y emocionarnos al mismo tiempo.
¡Larga vida a Eastwood!
4 comentarios:
grrrrr!
Este hombre hace siempre la típica peli americana pero con estilo, y luego la llaman indie porque no hay persecuciones. Me da bastante pereza.
Me gustaba mas en Harry el Sucio
A mi em va agradar, i la crònica també! :-)
Pues yo quiero verla!
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