Firmar un contrato es como vender tu alma al diablo-empresa. No veo más que clausulas que me atan de por vida. Ni el aumento salarial evita esa sensación.
En el bus se te pone alguien al lado que prueba todos los tonos del móvil a todo trapo. Estás tonta o que gilipollas?
En el taxi te preguntan "por donde vamos". Tú sabrás so cabrón, es tu trabajo!! Y encima me abre la ventana y me pone la COPE. El hijo de puta de del Losantos empieza hablando de la violación de una adolescente y luego va atando cabos hasta que puede echarle la culpa a ZP. Putos taxitas, puta Conferencia Episcopal. Fachas de mierda!!
Un amigo me manda un e-mail y me dicen que el tripartito quiere privatizar la enseñanza pública, superando con creces las políticas de Esperanza Aguirre. Pero bueno, como son de izquierdas les perdonaremos, no?
Por lo demás el día ha ido muy bien.
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2 comentarios:
Oye,el diablo no puede ser tan malo,el paraíso está mitificado.Así que eres más jefe y tienes más euros a fin de mes...estírate y paga una rondita!!!!
es que entre los efectos secundarios de las promociones y las subidas salariales hay una subida paralela de mal humor
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