sábado, 30 de mayo de 2015

Primavera: viernes, todo aciertos

Tras dormir cuatro horas, porque soy una señora mayor insomne, escribir lo de ayer y comer, N. me convenció para ir a José González. Que era a las 17:30, y había que pillar entrada, lo que equivalía a salir de casa a las cuatro y olvidar la siesta. 
Metro lleno, guiris mayormente. Entrar en el recinto a las 16:40 y que las entradas ya estuvieran agotadas fue un epicfail como una casa. Sin siesta y sin Jose. ¡Si no había ni conciertos aún en la zona al aire libre! Paseo por la feria, saludos, ver desde arriba Disappears, dándole fuerte, encontrarse con un amigo al que hace meses que no ves, cruzarse con Laura otra vez, bajar a ver de qué iba lo de Fumaça Preta, no entenderlo, el mono de nubes del ¿guitarra?, menos, pero bien. 
Acercarse a Chinorri porque están los tortolets de SantFe y ver a Jota entre el público, y su cara de palo cuando las fans le piden fotos. 
Y por fin, el primer grupo señalado en el excel, The New Pornographers, desde la pérgola, Maravilloso sonido, maravillosas canciones y maravillosas voces. He usado tres veces el adjetivo maravilloso. Cuatro. Gran concierto, se hizo corto. 


 La montonera empezaba ahí, de hecho Patti Smith coincidía y me la perdí. De los New Pornographers a The Julie Ruin, cuatro canciones porque en media hora empezaba Damien Rice. Las chicas son guerreras y adorables. 


Para mordor. Empezó con Delicate, en versión poco delicada, el corazón en la boca desde el primer guitarrazo y el primer grito desgarrado. Increíble. Nunca lo había visto en directo (cuando llegó el año pasado al Calamar de El Prat después de la cena y se sentó al lado de Lou, y Lou y yo pensamos que qué guapo el guiri este que acaba de llegar que es amigo de una de las chicas y no lo reconocimos y nos fuimos, que había que trabajar, y nos contaron que más tarde se bañaron y después del baño les tocó una canción en la playa, no cuenta) y no sabía que salía a pelo, con la guitarra y los pedales y que hacía lo que hacía. I don’t want to change you y The Blower’s Daughter fueron puñalada a traición y casi lágrima. Precioso. Piel de gallina. Acabó, me recompuse el alma y me acordé de que me había perdido Belle&Sebastian y Perfume Genius, pero qué más da, de momento todo habían sido aciertos. 
Subir tranquilamente a The Church, a aprender de los mayores. Lo vimos delante centrados, detrás del rubio de metro noventa más guapo ever, hasta a Javi le gustaba. Bajábamos la media de edad y sumábamos puntos al modesto porcentaje de público local. Maestría. 

Vuelve a mordor, a Ride. Que empiezan con Leave them all behind y sé que me voy a pasar la hora y media sacudiendo la cabeza. Lo vemos de lejos, pero una ubicación muy buena, pues hace ligera cuesta y vemos el escenario y se oye de lujo. 


Cuando acaban, “nos vamos a casa” es cabeza de cartel entre los intersimbólicos. Me quedo con N. que quiere ver muy fuerte a Alt-J y me lleva al centro del mogollón y es horrible la de gente que hay, no nos podemos ni mover apenas. Diviso famoso: “tienes a David Selvas a la izquierda”, “¿no? - giro de cabeza - ¡sí!” y me tocó aguantar masa humana hasta que se fue con sus amigos a Jon Hopkins. Entonces sí, al lateral zona baños, donde estaba boyscout y sus chicas. Boyscout nos recibió con un “hombre, ¡los restos del naufragio! Pues sí. N. se iba después de Alt-J (muy bien, por cierto, pero como no lo había escuchado antes y no sé si lo volveré a escuchar, pues no voy a comentar más, que no me sale) pero yo estaba decidida a volver en metro. 
Y faltaba Ratatat. O dos jevis haciendo solos de guitarra techno y poniendo patas arriba el Ray-ban. Tremendo. Sorpresón. Muy grandes. 


A mi excel le faltaba un dj en la ray-ban pero aunque no hubiera faltado la apuesta era clara: Marc Piñol y madre mía que sesionaca. No paré de bailar sin ser yo nada de eso. De bailar techno o lo que sea, que me cuesta clasificar la música de maquinitas. Me cuesta pero detecté cuatro notas, no las obvias del Hey boy hey girl de los Chemical, que creo que no detectó nadie más. La falta de drogas o que soy tan mayor que la primera vez que los vi fue en la gira de presentación de ese disco. Sesionaca. Que pasaban de las cinco y el metro ya estaba abierto y no nos íbamos. 

Pero sí, al final nos fuimos. Pitchfork y Ray-ban a pleno rendimiento y no quiero pensar cómo puede estar eso hoy en Coco. 

viernes, 29 de mayo de 2015

Primavera: jueves de dispersión

Llegué a las seis, a Hiss Golden Messenger, al que quería ver porque instagram me hizo saber que su manager es el bajista de Sharon Van Etten. Folk, country, americana, qué sé yo, solo escuchamos tres canciones pero tocaban muy bien y sonaba de lujo. 
No como Twerps, que la primera mitad del concierto tuvieron un sonido que no se merecían. Llegamos antes de que empezaran para meternos en las primeras filas, y valió la pena. Lo del sonido quizá influyó en el concierto de menos a más, la última que tocaron, que no sé cuál es ni la recordaría ahora aunque escuchara. Calla, diez minutos de búsqueda y la encontré. Esta maravilla. Who are you. Que el bajista sea mono* y que tres filas delante hubiera cuatro ultramotivados que se las sabían todas y a cual más guapo pueden ser motivo del notable alto que le doy al concierto. 


Después, encuentro tuitero en la cumbre de la izquierda de la torre de sonido. Esperar a Viet Cong y verlos de lejos, y bueno, alguien me dijo que lo habían dado todo ayer en apolo pero no. El highlight es el flequillo teñido del batería que de lejos le hacía parecerse a Felipe. El de Mafalda. 
Hay intersimbólicos en Giant Sand y en Baxter Dury pero vamos tirando hacia mordor a Replacements y a ver qué pillamos de Benjamin Booker, que nos lo han recomendado. Bailar de lejos no es bailar, pero desde el centro de mordor, justo entre los dos escenarios, me atrapa lo que sea que está haciendo, un Jimmy Hendrix hipster, dice el Inquilino. Maldita sea, qué bueno es. Y guapo. Tendría que haberlo visto entero. Primer error de la tarde.
Intersimbólicos en Thurston Moore y en Ought, nosotros nos quedamos en Replacements, pero me entra el ansia, Mikal Cronin empieza en media hora y convenzo a N., cuesta poco, para que me acompañe. 
Llegamos tan pronto que apenas hay gente en el Ray-ban, así que tras pillar una cerveza, cuarta fila ven a mí. Por suerte nos pusimos a la izquierda de los cables, porque a la derecha, a tres cuerpos de nosotras, se montó tremendo pogo, con crowdsurfers, alguno cayó de cabeza. Yo me limité a ser la que daba saltos en el lado izquierdo, rodeada de gente parada y cuatro pijas inglesas que se contaban a gritos sus cosas. Qué ganas de darles un cabezazo. Weight y su “the time is right, I’m just getting older” y casi la lágrima, aunque fue la sonrisa, todo el rato, y el hacer honor a mi bio de tuiter, y gritar con ellos “sing for love in colder portions of my mind”. También cayó Apathy “I don’t want apathy, I don’t want empathy, I don’t want everything, I don’t want anything” y los silencios, y sigue saltando, Get along, Shout it out “Do I shout it out?”, sí, lo grité. Solo le puedo poner un pero, el sonido en la primera canción, que fue sucio y apagado, pero lo arreglaron y entre guitarrazos restallaban las melodías luminosas. ¿He dicho ya que fue el mejor concierto de la noche? **


De la mía al menos. Porque lo que siguió fue un cúmulo de errores. Salvo alguna cosa. El lugar de correr a ver lo que quedara de Antony and the Johnsons fuimos a Brand New, y bien, ¿eh? pero yo ¿qué pinto en un concierto jevi? Así que subimos, cruzándonos a boyscout, a ver lo que quedaba de Spiritualized, maravilloso, y de allí fuimos a The Black Keys, (perdón, estoy escuchando el pepinazo que es Say y madre mía, ya sigo) y bueno, fue el error de la noche, ir y quedarse. Igual me quedé porque a Los Punsetes no iba a ir y Chet Faker ya estaría terminando y ya por mis santos ovarios me quedo al lololololo de Lonely boy, pero vaya, flojeras. 
Cuando acabaron subimos a la civilización y hubo estampida. Momento de pánico hasta que localizo a boyscout y me uno a ellos y quería ver Jungle pero ellos James Blake y pensaba que me cortaría las venas pero la segunda mitad del concierto que vimos fue animada y me encantó. 

Solo quedaba esperar que abriera el metro y lo hicimos en Andy Weatherall, desde el FIB 2000 no bailaba una hora seguida de techno. O lo que fuera. Acabó y el metro seguía cerrado, así que a esperar en Richie Hawtin, que es demasiado para mi cuerpo. Pero ¡eh!

* Han cambiado de bajista, no es el del vídeo.
** Gracias a Margarita por arrastrarme a apolo hace tres años y gracias a N. por dejarse arrastrar ayer y acompañarme. 

jueves, 28 de mayo de 2015

Primavera: el miércoles, ensayo general

Lo del miércoles del Primavera en el Fòrum es un ensayo general, una buena excusa para ir a ponerse la pulsera sin colas, ejem, diez minutos de cola, una oportunidad para la gente que no tiene abono, y un buen momento para reunirte con los amigos y pasarte las casi seis horas de cháchara, sin prestar mucha atención, así ya te pones al día y a partir de hoy puedes ir a piñón con los conciertos, sin distracciones. 



Llegar antes de las seis estuvo muy bien, aunque no fuera suficiente para ver a Las Ruinas. El objetivo era Panama, de momento grupo peor programado del festival. Dance bailongo que con el sol en la cara tuvo su aquel, pero de noche lo hubiéramos bailado con ganas. Cristina Rosenvinge empezó bien pero el rap sin flow y los chillidos finales torcieron mi impresión. Nunca le he pillado el rollo, y ya. Cinerama era el grupo que había ido a ver pero les hice muy poco caso. Pop bonito y con media orquesta, o lo que fuera, sobre el escenario, es un lujo, pero solo las canciones con flauta travesera captaron mi atención. Lo de Albert Hammond Jr, regulero. Ha cambiado de peluquero y tiene algún hit, uno al menos, lo tocó, pero ni la versión de Buzzcocs lo salvó. 


Se hacía tarde, había dormido poco lo que llevaba de semana, y cuando oí “vemos tres de OMD y para casa” me uní a la moción. Que me llevaban en coche. Si encima empiezan con Enola Gay, te lo ponen muy fácil. Vimos tres más, pero ni los bailes. Y si la mitad de mi TL tuitero lee esto, me desheredan. Lo de ir a apolo, ni nos pasó por la cabeza. 

sábado, 23 de mayo de 2015

Los Planetas en Apolo


Suena el primer acorde distorsionado y al poco entra un redoble y se dispara De viaje y soy tan mayor (más vieja que el punk, la canción y el género) que he ido a conciertos de los Planetas en los que era la canción que abría, no la que cerraba como ayer. El del FIB 2000, quizá, o uno en razz en 2003 o 2004 cuando juré no ir a verlos nunca más tal era el nivel de karaokismo garrulo, eran los tiempos de Un buen día. Luego me he reconciliado con el karaokismo. Me he unido a él. Aunque yo sea de quedarme afónica cantando bajito. 

Ayer volví a ver a los Planetas en Apolo, 18 años después del primer concierto al que fui. Aquel era un concierto-festival, seis grupos en total, no los vi a todos por distintas causas. Recuerdo poco, pero sí recuerdo haber visto a J en la entrada, la de verdad, desde el bar Leonés, donde ayer nos jugamos la entereza gástrica picando algo antes del concierto. También recuerdo que vi el concierto desde la barra del fondo, donde acabamos también ayer después de cuatro canciones en el pasillo del baño de chicas, que los veíamos bien, muy bien, nunca me había fijado en la energía que gasta Eric (EL BATERÍA, he leído por tuiter), pero se oía fatal, solo graves, ni una melodía. En ese rato le dieron al rollo flamenco distorsionado, me metí en el bucle y me dejé llevar. 

Atrás era otra cosa, buen sonido y aire fresco. Algún imbécil también, pero nada es perfecto.Ya no me asomo a la reja nos pilló asomados a la barra pidiendo cerveza, y Corrientes circulares en el tiempo, en nuestros puestos, dispuestos para el karaoke y para la casi lágrima de Nunca me entero de nada. Lágrima que casi salta con Rey sombra (qué puedes ofrecer que aún no haya probado, si hay algo que quede por hacer) porque es una favorita de siempre y porque esa mañana la había escuchado camino al trabajo, con el sol en la cara, y pensé que no, que no la tocarían. Como siempre cuando tocan Santos que yo te pinté me acordé de Walkiria y su señor esposo, y como siempre cuando tocan Reunión en la cumbre me acordé de lo mío. El setlist está ahí, pero es muy loco. 

No sé cuán fiable es la primera parte, pero ya os digo que de Segundo premio para abajo no cuadra nada. En una especia de bis tocaron Un buen dia y acabaron con De viaje, ya lo he dicho, pero ¿David y Claudia? ¿La copa de europa?  
Estaban en forma, pero viendo el setlist no sé si puedo decir que le pusieron ganas, porque parece que se dejaron la mitad. No supera el recuerdo del concierto del Sonorama, que fue de lo mejor de 2010 para acá. 

También pudiera ser que haya estado escuchando mucho el Super 8 y el Pop últimamente y me faltaran demasiadas. También que no tocaron Mi hermana pequeña, que no me resigno. También que después de leer unas cuantas crónicas de intersimbólico el recuerdo de aquellos concierto haga palidecer este. Pero también os digo que los que no vinisteis os lo perdisteis.  

martes, 5 de mayo de 2015

SOS4.8 - The National


No nos engañemos, yo he ido al SOS4.8 este año, después de decir en 2010 que no volvería, porque tocaban The National. Aunque no habría podido ir si el Barón no hubiera decidido ir a ver a Morrissey, que era el otro cabeza de cartel. 
Así que me permitiréis la libertad de empezar con el concierto de The National. Aunque para ello tenga que empezar con Lori Meyers, que eran los que tocaban antes, y a los que, con la poco más de media hora entre unos y otros, tuvimos que ver para ir avanzando posiciones y, al acabar, lanzarnos como jabatas hacia las primeras filas. La jugada nos salió bien, pues si bien el ansias del Barón nos decía, a la segunda canción de Lori Meyers, que ya tendríamos que estar delante, ansias que evidentemente me contagió, la tranquilidad de Núria, y sus pocas ganas de soportar apretones hicieron de contrapunto. Nos fuimos acercando como quien no quiere la cosa y al final del concierto ya estábamos a menos de 10 metros del escenario. Aún se estaban despidiendo los granaínos cuando dos señoras se abalanzaban sobre las vallas, detrás de dos niñas bajitas, que estaban allí por estar, por vivir un festival en primera fila, sin saber qué iban a ver. Centro-derecha, frente al micro de Aaron. ¿Podríamos haber estado más centradas? Sí, pero no en una segunda fila que era como una primera. Primer objetivo de la noche conseguido. El segundo era no trastabillar cuando me pusiera a dar saltos, porque estábamos en el borde de la reja. 


Media hora hasta la de inicio, y Bryan Devendorf calentando brazos y amenizándonos la espera. Por fin, Riders on the storn por los altavoces da paso a la banda, que entra por la izquierda del escenario, justo al otro lado de donde estamos nosotras. El setlist (abajo), casi calcado al de los tres últimos conciertos que he visto, Bilbao, primavera y Madrid, empezando con Don’t swallow the cap y I should live in Salt.  En Sea of love primeros cabezazos al micro, o no, quizá es que después de los últimos conciertos ya los doy por hecho. Faltaron Mistaken for strangers y Sorrow, que suelen colar entre las tres o cuatro primeras, Conversation 16, sustituida por Squalor Victoria, y faltó también About today, pero a cambio tocaron Abel, que es oir el redoble y el primer acorde y se me activa un resorte que me obliga a dar saltos como si no hubiera mañana y gritar poseída turn around, turn around, take me back, I can’t calm down! y My mind’s not right! Aaron presentó la canción diciendo “this is an old song” y bueno, es tan vieja como Mr. November pero es cierto que no todo el mundo la canta ni, ni mucho menos, enloquece como enloquezco yo. No es mi favorita (son unas cuantas), pero como no siempre cae, cuando la tocan me siento como si me hubiera tocado el premio en la rifa. A la taquicardia que arrastraba toda la tarde súmale la subida de pulsaciones por los tres minutos y medio de saltos y gritos y tendrás a una persona al borde del colapso cardiaco. Yo. Por suerte bajaron el ritmo con Slow show, para volver a atacar con un medio tiempo, Apartment Story, regular tocada y mal cantada, una pena, pero yo la bailé igual y canté But I'll be with you behind the couch when they come on a different day just like this one (aquí va una córeo de hombros chispifláutica) y berreé So worry not, all things are well, we’ll be alright, we have our looks and perfume. Otra vez siguió una lenta, para bajar pulsaciones y atacar la recta final. A quien se preguntara en Bilbao qué hacía Sufjan (Rayuelo, no miro a nadie), se lo cuento rápido: tocar el piano para que ni Aaron ni Bryce tuvieran que hacerlo. En una canción Aaron iba loco de piano a guitarra, hasta cuatro cambios. También les faltaba uno de los chicos de la sección de vientos y la ausencia fue bien dolorosa en Fake empire. Por fin Mr. November y sí, Matt se tira. Por la izquierda. Cae sobre nuestro Mat*, que le hace mil fotos que no sé qué habremos hecho para que el karma le haya jodido la cámara y las haya perdido todas. Alguien canta I won’t fuck us over, I’m Mr. November y no es Matt. Al día siguiente me entero de quién fue, alguien a quien sigo en tuiter, me hizo ilusión. Sube, empieza Terrible Love y se tira por el otro lado, el nuestro. Llegamos a tenerlo detrás, el cable del micro tenso, la cara de los de seduridad el doble de tensa, pero no nos movemos, ya tuvimos bastante batidora epifánica** en Bilbao, esta vez toca mantener la posición, aunque sea para poco, pues no cantan Vanderlyle, apenas para despedir a la banda y ver a Matt pegar los últimos lingotazos a la botella, lanzarla al aire y al caer y no romperse, ir a por ella y llevársela. 

Fue mejor concierto el de Bilbao, sin duda, pues había más banda, el escenario era más pequeño y estaba más cerca (¡ese foso interminable!), las canciones sonaron todas redondas y Matt acertó la dosis de tinto, y aún y así el concierto de Murcia fue un gran concierto. Las piernas temblando, el corazón dando saltos y el rubor en las mejillas fueron la prueba. O que le pregunten a la chiquilla a la izquierda de Núria, que se pasó el concierto llorando, qué bonica. 

Me iba al Eaux Claires ya. ¿Alguien?

*Mat y el Barón son la misma persona. 
**Sí, lo de epifánica me lo he inventado. 

El setlist.

Don’t swallow the cap
I should live in Salt
Bloodbuzz Ohio
Sea of love
Afraid of everyone
Squalor Victoria
I need my girl
This is the last time
Abel
Slow show
Apartment Story
Pink rabbits
England
Graceless
Fake empire
Mr. November
Terrible Love