lunes, 2 de abril de 2012

Minifestival


No se ve bien en el flyer, y la organización lo publicita poco, pero esta era la 17ª edición del minifestival de música independent, y se merecían más público del que tuvieron. 
Competían con una jornada de clausura del Let's de lo más bailonga (Chinese Christmas Cards, Mendetz y WAS) y un "entradas agotadas" de La Casa Azul en apolo (y We Have Band en la 2, no sé cómo les iría...) y con un cartel donde los únicos conocidos a priori para muchos (yo) eran Anímic, y leyendo la letra pequeña, Sarah Nixey, la voz de Black Box Recorder. El minifestival siempre ha hecho propuestas íntimas, relajadas, de grupos poco o menos conocidos, y nunca han tenido afluencias masivas, pero lo de ayer rayaba la desolación. 
Se celebraba en el CAT (Centre Artesà Tradicionarius de Gràcia) en un auditorio muy apañao al que le pusieron sillas, que solo sobraron con Alphabet Backwards, para disimular las poco más de cien personas que asistimos. Ciento cincuenta siendo generosos, y todos en la sala únicamente durante la actuación de Dark Dark Dark. Y es una pena, porque no hubo un grupo malo. Seis de seis con una calidad asombrosa, cada uno en su estilo.
Lo bueno de estar en familia en una sala de esas características fue que vimos a todas y cada una de las bandas en el bar, y como era tal la proximidad el Barón no se hizo fotos con nadie. Lo de estar sentado al final fue una buena cosa, porque estuve atenta como nunca, y valió la pena.

Abrió Alisdair Roberts, escocés que venía acompañado por dos músicos españoles, uno de ellos conocía a nuestra dj favorita, por cierto, de noches malasañeras, mira tú. Curioseando en su web veo que un disco de 2005 se lo produjo Will Oldham (Bonny "Prince" Billy, sí) y que en sus discos han colaborado, entre otros que no conozco, Isobel Campbell y Gerard Love, poca broma... Folk con aires trágicos, los músicos españoles añadieron un toque JoseGonzalesco al invento


Alphabet Backwards saltaron al escenario con toda la energía de su pop juvenil y con toda nuestra expectación después de que Laura, y yo misma en menor medida, hubiéramos cruzado cuatro tweets con ellos. Pequeño gran grupo, canciones saltarinas que tuvimos que disfrutar sentadas en las sillas, era demasiado pronto para desmelenarse y bailar. Frescos, auténticos, una verdadera sorpresa. Los queremos en el Faraday a la una o las dos de la mañana, gracias.


Laetitia Velma era la cuota gala del evento. En la línea de otras cantantes francesas, en la segunda canción estaba pensando que parecía Dominique A cantado por una mujer cuando Laura me susurró que era su mujer. Las hemerotecas hablan de apadrinamiento, tanto da. La influencia es clara. También me recordó a Françoiz Breut, esta sí ex-pareja de Ané. Salvando sus bailes espasmódicos al estilo Estefanía de Mónaco, su actuación, basada en su bonita voz acompañada por una guitarrista de la que no recuerdo el nombre y bases pregrabadas, tuvo intensidad, pulso, fuerza.  Les eaux profondes, temazo.

A Anímic los vimos empezados, cosas de no poder entrar en el auditorio con bebidas, y aunque he leído mucho y muy elogioso sobre ellos, nunca les había escuchado, ni visto. Sorpresa. Entiendo todas las alabanzas, y que Will Johnson haya colaborado con ellos. Portentosos. Cerraron con una canción-subidón que me dejó garratibada. Si fueran de Brooklyn en lugar de Collbató jugarían en primera. Sí, sí, vale, estoy a por uvas, es de todos sabido que son buenos, pero mira, más vale tarde que nunca, ¿no?


De Sarah Nixey solo diré que quien tuvo retuvo, preciosa voz medio ronqueante medio ronroneante. Gran dama, gran presencia, gran concierto. Nos envolvió con su voz magnética y nos dejamos arropar.


Dark Dark Dark. Palabras mayores, aunque cuando ves un acordeón en el centro del escenario se te enciendan todas las alarmas, lo suyo fue épico. A ratos la voz de Nona Marie Invie me recordaba a Joanna Newson; hoy, escuchando el álbum que me vendió ella misma a la salida, me hacía pensar en Beth Orton, cuando en realidad tiene poco que ver con ninguna de las dos, o dicho de otra forma, su voz y ella  tienen carisma y personalidad suficiente para evitar estas comparaciones. No es el grupo que esperarías ver cerrando un festival para seguir de marcha, más bien nos mandaron a la cama, ¿y qué? benditos sueños. Como los de este hit, Daydreaming. 

Cuánto más los escucho más me gustan. Grandes Grandes Grandes. 

4 comentarios:

El Barón Rampante dijo...

Un mini gran festival que se está ganando mi admiración por el escaso público que es capaz de atraer. Ala, todos a la Casa Azul!!!

margarita la saxofonista dijo...

Gran crónica Gwen! Gràcies!!

la cansada dijo...

Molt bona crònica!

noelavado dijo...

Los he escuchado todos! gracias gwen!! ;)